En Tabasco la madeja ya se enredó y va a ser muy difícil retomar el hilo. Hoy en una cosa coincide la mayoría: Si Andrés Granier Melo y su gente cometieron los delitos que se presumen, entonces deben ir a la cárcel. Esto será ‘políticamente correcto’ y habrá ganancia de pescadores.

 

El gobernador, Arturo Núñez Jiménez lo dijo hace unos días: “¡Espero ver en el reclusorio a Andrés Granier!” y todo parece indicar que su gobierno está dispuesto a probar sus dichos o, de lo contrario, el Edén se convertirá en el infierno.

 

Núñez y “El Químico” Granier son compadres. Núñez es padrino de una de las hijas del ex gobernador. Se llevaban bien. Se hablaban y se comentaban las cosas de la vida y del gobierno en un Tabasco en donde todos, o casi todos, se conocen.

 

Pero apenas comenzó el nuevo gobierno el primero de este año cuando la artillería comenzó los disparos: ‘Las arcas están devastadas’; ‘Hubo saqueo’; ‘Enriquecimiento ilícito del gobierno que terminó’. En un principio el gobernador Núñez dijo que no quería hacer más declaraciones al respecto.

 

Pero con el paso de los días su discurso se fue radicalizando al grado de que muchos tabasqueños dicen no reconocer a Núñez Jiménez y su proverbial bonhomía y tabasqueñismo: cosas del gobierno, quizá…

 

Muchos empresarios guardan silencio; fueron beneficiarios con contratos leoninos durante la gestión de Granier y no hacen ruido con la deuda pendiente desde abril del año pasado.

 

Hoy todos saben ahí que Andrés Granier Melo está sólo. El gobierno del estado lo quiere en la cárcel y hará todo lo posible por conseguirlo. El PRI nacional lo ha desconocido y le retiró su apoyo inicial.

 

Pero sigue siendo un problema para Tabasco. El gobernador Núñez, a la manera de Felipe Calderón, ha orientado todas las baterías de su gobierno a perseguir al granielismo. Pero su nueva actitud tiene un presunto origen: Andrés Manuel López Obrador: muchos ahí lo dicen y claman “Arturo Núñez tiene que serenarse para poder gobernar”.

 

AMLO ahora es viajero frecuente a Tabasco y tiene una fuerte influencia en el gobierno del señor Núñez; tan es así que un buen número de las secretarías está en manos de ‘Morenos’ como son las  de Desarrollo Social, Salud, Educación, Seguridad Pública, Contraloría… Los perredistas de origen están molestos…

 

El Procurador del Estado de Tabasco, Fernando Valenzuela Pernas, priísta hasta marzo del año pasado, doctor en derecho constitucional y ex diputado local y aspirante a la alcaldía del municipio de Cárdenas, ha realizado ‘tour de forces’ en los medios nacionales para explicar la posición del gobierno del estado…

 

El PRI local que está a punto de elegir a su dirigencia estatal se debate entre acusar a Núñez de abandonar sus responsabilidades de gobierno para atender sólo el tema Granier, y sus propias elecciones con  14 aspirantes que representan a grupos priístas locales: Roberto Madrazo, Manuel Andrade, Evaristo Hernández y hasta Benito Neme.

 

Y ahora el factor nacional. El gobernador Arturo Núñez quiere castigo para Granier y su gente. AMLO impulsa esa actitud y también se muestra indignado: ‘lo que vimos es apenas el shishito de lo que se llevaron’ dice…

 

Y de pronto el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong,  irrumpe para aclarar que el gobierno federal está en plena coordinación con el gobierno estatal para solucionar este problema. La federación quiere colgarse la medalla del castigo a Granier. El gobernador Arturo Núñez quiere cumplir su compromiso con los tabasqueños y ser él quien dé un castigo ejemplar a quien les engañó y les causó quebranto.  Esto lo fortalecería políticamente…

 

Pero… ¿y luego? ¿Qué sigue? ¿En qué condiciones quedará el estado de Tabasco después del tiempo ocupado en el caso Granier? ¿Cuál será el control de crisis del gobierno actual? Lo dicho: los tabasqueños quieren a Granier y a su gente en la cárcel… Pero aun no saben de qué se trata con Arturo Núñez… Todo esto dibuja en Tabasco, lo que dijera el poeta tabasqueño, Carlos Pellicer: “Pedacería de Espejo”. jhsantiago@prodigy.net.mx  Twitter: