Los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) ahondaron sus divisiones internas con la presentación de dos proyectos distintos para la reforma política, sus bancadas senatoriales por un lado y sus presidentes por otro.

 

El ex coordinador Ernesto Cordero mantuvo su rebelión hacia el PAN y su dirigente Gustavo Madero pues, pese a su destitución por adelantarse a la iniciativa del Pacto por México, insistió en su propuesta al lado de la bancada perredista encabezada por Miguel Barbosa.

 

Seguirá adelante y no le sorprendería, aclaró, si luego Madero se suma. “Si tiene una convicción democrática, supongo que debe haber una gran coincidencia con lo que estamos planteando”, declaró.

 

Posteriormente Madero, dentro del Pacto y acompañado de funcionarios del gobierno federal y de sus pares priista, César Camacho Quiroz, y perredista, Jesús Zambrano, anunció la estrategia para implementar una reforma electoral profunda y más democrática.

 

Con una salvedad: el coordinador parlamentario perredista Miguel Barbosa asistió a los dos actos.

 

Sin la presencia de Jorge Luis Preciado, nuevo coordinador del PAN en el Senado, Cordero y Barbosa precisaron la ruta crítica y los tiempos para presentar una reforma política, bajo la aclaración de que no es un desafío ni un reto al Pacto por México ni a sus dirigencias nacionales.

 

Su plan incluye la celebración en las próximas tres semanas de foros y consultas con expertos para definir los alcances de la iniciativa y será el 3 de julio cuando la presentarán ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.

 

“No me sorprendería que el coordinador del PAN pudiera participar en esta presentación y con respecto a la opinión del presidente de mi partido, yo creo que también, como buen panista, si tiene una convicción democrática, supongo que debe haber una gran coincidencia con lo que estamos planteando”, apuntó Cordero.

 

Cordero y Barbosa insistieron en que “no se trata de una rivalidad con el Pacto por México” e incluso no descartaron que el nuevo coordinador del PAN, Jorge Luis Preciado, pueda sumarse a la presentación de esta ambiciosa iniciativa.

 

El ex secretario de Hacienda y aún presidente de la mesa directiva del Senado, consideró que esta iniciativa de reforma política “tiene una altísima coincidencia con los principios de Acción Nacional a lo largo de su vida democrática, por lo que estoy seguro que entre los senadores del PAN va generar una gran simpatía”.

 

Por su parte, el coordinador del PRD, Barbosa Huerta, dijo que no hay “ni desafíos, ni controversias, ni rivalidades con el Pacto, ni con nuestras direcciones” de partido.

 

Subrayó que no son un “bloque obstruccionista” que vaya a impedir las reformas constitucionales, “pero sí vamos a velar porque se analicen las propuestas emanadas por los propios legisladores y que se honre la labor legislativa”, apuntó.

 

Además de los dos senadores mencionados, estuvieron presentes los legisladores Roberto Gil Zuarth, del PAN, y Manuel Camacho Solís, del PRD.

 

Coincidieron en que si bien el Pacto por México “recoge algunas demandas ciudadanas y reconoce pendientes, esa instancia no puede sustituir la responsabilidad del Congreso frente a una reforma política”.

 

Gil Zuarth afirmó que delegar a una mesa política y de concertación la responsabilidad de deliberar como representantes de los ciudadanos, significaría claudicar a su responsabilidad democrática como legisladores.