LONDRES/PARIS. Los gobiernos del Reino Unido y Francia no descartan la pista terrorista luego de que el miércoles pasado el soldado Lee Rigby fuera asesinado en un barrio londinense por dos presuntos radicales islámicos y que el sábado, del otro lado del Canal de la Mancha, un desconocido hiriera al soldado francés Cédric Cordier en el barrio parisino de La Defénse. Hasta ahora nada indica que ambos sucesos estén vinculados, aunque ayer se confirmó que en 2010 Michael Adebolajo, presunto homicida de Rigby, fue arrestado en Kenia por nexos con el grupo radical Al Shabaab de Somalia.

 

Aunque el gobierno de Kenia negó antes que Adebolajo, de 28 años, de origen nigeriano y ciudadano británico, hubiera visitado ese país, hoy se sabe que fue detenido en 2010 en la isla de Lamu, Kenia, con cinco jóvenes de entre 18 y 22 años, acusado de dirigir un grupo islámico que deseaba ir a Somalia y unirse al grupo Al Shabaab, vinculado a la red Al Qaeda en el Magreb. Al conocerse su ciudadanía, fue devuelto a las autoridades británicas, confirmó la cancillería según la BBC.

 

Desde el miércoles 22 de mayo, Michel Adebolajo y Michael Adebowale, de 22 años, son los principales sospechosos en la muerte del soldado Rigby, quien regresó de Afganistán y fue atacado con machetes por varios hombres en el distrito londinense de Woolwich. De acuerdo con el The Sunday Telegraph, la policía halló panfletos de Al Shabaab en el domicilio de Adebolajo, lo que confirmaría su interés en el islam radical.

 

El viernes, Abu Nusaybah, amigo de Adebolajo, declaró a BBC que la detención en Kenia “cambió radicalmente” al hoy sospechoso, quien le aseguró que a su regreso al Reino Unido fue contactado por el MI5 (la inteligencia británica) para ofrecerle trabajo, lo que el sospechoso rechazó, según Nusaybah, quien fue detenido al concluir la entrevista.

 

Ante las críticas de posible omisión de los servicios de inteligencia británicos frente a los antecedentes del sospechoso, agentes británicos de la unidad antiterrorista buscan a posibles cómplices de Adebolajo y Adebowale. El sábado fueron detenidos tres hombres, de 21, 24 y 28 años, sospechosos de conspirar para cometer el asesinato de Rigby.

 

Ataque en París

 

Eran las 17:45 horas del sábado 25 de mayo cuando Cédric Cordier fue herido en el cuello en pleno barrio parisino de La Defénse. Su misión era cumplir el plan Vigipirate, la alerta antiterrorista cuando hay riesgo de amenaza. Según testigos, Cordier, de 23 años y miembro del Cuarto regimiento de cazadores de Gal (Alpes), fue herido por un hombre en la treintena, rasgos “norafricanos” y muy alto. Hoy lo busca la sección antiterrorista del Tribunal de París.

 

El plan Vigipirate está activo en la zona metropolitana francesa desde el 11 de enero, cuando cuatro mil 500 soldados franceses ocuparon Mali. Ese plan busca proteger al país de ataques externos pues sus intereses en el norte de África, y en especial en la zona del Sahel, están en el punto de mira de Al Qaeda, y varias personas y firmas galas han sido afectados en ese continente los últimos meses.

 

Tras el ataque a Cordier, el presidente francés, François Hollande, aseguró que no excluía “ninguna hipótesis” incluido el terrorismo. El ministro del Interior, Manuel Valls, pidió prudencia para no asociar ese hecho con la muerte del militar Lee Rigby en Londres el miércoles, aunque consideró que “la violencia repentina del ataque, podría compararse con lo que pasó en Londres”.

 

 CAZA DE RADICALES

 

El gobierno de David Cameron creará un Comité Especial que atienda los casos de extremismo y radicalización como el de la muerte del soldado Lee Rigby, informó ayer Downing Street. El nuevo grupo incorporará a los servicios de inteligencia y responsables policiales cuando sea necesario y se centrará en clérigos radicales que recluten a potenciales miembros en cárceles, colegios, facultades y mezquitas.