Se llama Michel Adebolaj, tiene 28 años y es uno de los dos sospechosos de asesinar al soldado británico Lee Rigby en el suburbio londinense de Woolwich el miércoles pasado. Los presuntos asesinos, de origen nigeriano, fueron fichados por los servicios de seguridad, admitió el primer ministro David Cameron, y en 2012, Adebolaj fue seguido por los servicios de seguridad en su viaje de Somalia, donde apoyó a un afiliado de Al-Qaeda. Entonces, la seguridad inglesa descartó que ambos hombres fueran capaces de cometer un ataque.

 

En tanto, se supo que Rigby, quien fue asesinado a mitad de la calle por dos hombres en un barrio del sur de Londres, es natural de Manchester (al norte de Inglaterra), perteneció al Segundo Batallón del Regimiento Real de Carabineros, con quienes sirvió en Afganistán, y era padre de un niño de dos años.

 

También se conoció que Michael Adebolajo, el  principal sospechoso de la muerte de Rigby, proviene de una familia creyente cristiana que más tarde se convirtió al islam y según fuentes gubernamentales consultadas por The Washington Post, uno de los detenidos fue interceptado por la policía en 2012 al abandonar el Reino Unido y ambos serían de origen nigeriano. Hasta ahora, ni la Policía Metropolitana (MET) o Scotland Yard han aportado más detalles de la investigación.

 

Y mientras Adebolaj y su compañero se recuperan de las heridas en dos hospitales, el Reino Unido no elevó su nivel de alerta terrorista aunque sí aumentó la seguridad en cuarteles y mil 200 policías vigilaban Londres. El Ejecutivo británico -que responsabilizó del ataque a “personas enfermas” y excluyó que el islam promueva la violencia-, presidió una reunión del llamado Comité de Emergencias Cobra con ministros, jefes de policía y el servicio de contraespionaje británico MI5, para analizar el suceso.

 

El jueves fuentes oficiales dijeron a The Guardian que detectives del Comando Contra-Terrorista británico arrestaron a dos sospechosos más: un hombre de 29 años y una mujer de la misma edad detenida en una zona residencial al sur de Londres. Ambos fueron detenidos como sospechosos de conspiración para asesinar bajo la ley de Evidencia Criminal para la Policía (PACE) y permanecen en custodia en una estación de policía en el sur londinense.

 

La PACE de 1984 es una ley que dota de poderes a los oficiales de policía en Inglaterra y Gales para combatir el crimen, así como de códigos de práctica para ejercer sus poderes. Bajo esa ley se ejecutaron órdenes de búsqueda en seis domicilios residenciales, tres en el sur, uno al este, uno al norte de Londres y otro en Lincoln. Agentes dijeron al diario que siguen varias líneas de investigación, informes de testigos, medios sociales y videos en la zona.

 

Mientras, la Comisión Independiente de Quejas Policiacas (IPCC, por sus siglas en inglés) afirmó que no recibió ninguna queja porque los policías hubieran utilizado armas paralizantes (llamadas Taser) durante la detención de los sospechosos el miércoles pasado. Mientras tanto, se busca contener los ataques a mezquitas por la ultraderecha. Redacción