CIUDAD DEL VATICANO.  El Vaticano registró durante el año 2012 seis operaciones internas sospechosas de posible lavado de dinero, según el reporte anual de la Autoridad de Información Financiera (AIF), el organismo de control de la Santa Sede.

 

El informe fue presentado por el director de la AIF, el suizo René Brülhart, quien aclaró que esas operaciones no se refieren a casos de verdadero reciclaje de capitales sino a movimientos “fuera de la norma” que debieron ser investigados.

 

De acuerdo con el reporte, en 2011 la Autoridad había recibido sólo una indicación de actividad sospechosa. La mayor parte de estas transacciones fueron operadas por el Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido coloquialmente como el “banco del Vaticano”.

 

De las seis operaciones sospechosas, dos de ellas fueron turnadas a la justicia vaticana para que realice los controles necesarios y establezca si realmente corresponden a delitos; mientras el resto fueron archivadas.

 

“El hecho que las indicaciones (sobre movimientos sospechosos) han aumentado demuestra que el sistema de controles ha comenzado a funcionar”, indicó Brülhart.

 

El sistema interno de control y combate al lavado de dinero del Vaticano fue implementado a raíz de una ley en la materia emanada por el Papa Benedicto XVI en diciembre de 2010 y gracias a la cual se creó justamente la AIF.

 

Ese decreto de Ratzinger es parte de un camino emprendido por la Santa Sede para lograr una certificación internacional en transparencia que le permita dejar atrás los tiempos de la opacidad y escándalos ligados a sus manejos financieros.

 

“El IOR no es un banco comercial y El Vaticano no es un paraíso fiscal. La Santa Sede es un aliado creíble en la lucha internacional contra el reciclado (de capitales)”, insistió Brülhart.

 

Entre otras cosas el reporte también incluyó las declaraciones de dinero en efectivo superiores a los 10 mil euros que atravesaron las fronteras del Estado pontificio: fueron 598 en ingreso y mil 782 en salida.

 

Eso significa que dos mil 380 personas ingresaron o salieron del Vaticano declarando de tener consigo efectivo o títulos por importes mayores a los 10 mil euros.