A unos minutos de aceptar su dimisión como coordinador del PAN en el Senado, Ernesto Cordero entró a Palacio Nacional, con paso firme, pero con el rostro serio. A cada paso, las miradas de los asistentes a la presentación del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 -gobernadores, empresarios, líderes de opinión­ se clavaban en él.

 

Enfundado en un traje oscuro, Cordero se veía incómodo, tal y como él mismo se definió tiempo antes en el Senado, donde explicó las causas que supone orillaron al líder nacional del PAN, Gustavo Madero, a bajarlo de la coordinación de la fracción de Acción Nacional, que por sus números ha representado un bloque opositor al gobierno de Enrique Peña Nieto.

 

“Estoy preocupado porque se tomó una decisión contra la mayoría del grupo parlamentario por alguna incomodidad que causamos”, diría Cordero en el Senado.

 

Pero esa misma preocupación dejó de ser notoria al medio día, cuando subió al estrado en Palacio Nacional para estrechar el brazo y recibir unas palmadas en el hombro por parte del presidente de México, Enrique Peña Nieto, quien saludó cordialmente también a los miembros de la mesa principal.

 

Cordero, quien se presentó en su calidad de presidente de la mesa directiva del Senado, permaneció atento a los discursos y a la primera fila, en la que no estuvo ninguno de los dirigentes nacionales de los partidos de oposición. La antesala del acto, Cordero se mostró por momentos alegre, no obstante, su charla sólo fue con el jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, y su homólogo en la Cámara de Diputados, el priista Francisco Arroyo.

 

Al tomar el micrófono Peña Nieto, los reflectores dejaron de ser para Cordero, quien mantenía la vista firme al mandatario.

 

Tan pronto terminó el discurso, todas las voces y las miradas volvieron a Cordero, quien no se amilanó y al tiempo que Osorio Chong afirmaba que el gobierno de Peña Nieto no interviene en la vida interna del PAN, subió una foto a su cuenta de Twitter para presumir el espaldarazo de los gobernadores panistas Guillermo Padrés, de Sonora; Rafael Moreno Valle, de Puebla; Marcos Alberto Covarrubias, de Baja California Sur, y José Guadalupe Osuna Millán, de Baja California. “Con mis amigos los gobernadores”, escribió en su cuenta @ErnestoCordero.

 

A unos metros, el senador panista estaba también en boca de César Camacho, líder nacional del PRI. ¿Cordero era un obstáculo para el Pacto? “No, en lo absoluto”, dijo el priista mientras Cordero se perdía en los pasillos de la sede del Ejecutivo.