LONDRES. Una comisión del Parlamento británico cuestionó hoy la manera en la que la multinacional estadounidense de servicios de internet Google gestiona el pago de sus impuestos en el Reino Unido.

 

Los diputados de la comisión de Cuentas Públicas interrogaron hoy al jefe de ventas de Google para el norte de Europa, Matt Brittin, quien negó que la empresa “disfrazara” el modo en que opera en el Reino Unido para minimizar su tributación al fisco.

 

Google tiene su sede oficial en Irlanda, donde el impuesto de sociedades es más bajo que en Gran Bretaña, y teóricamente tramita todas sus ventas a través de Dublín para reducir su factura fiscal.

 

Sin embargo, la presidenta de la comisión, Margaret Hodge, puso hoy en duda que la compañía gestione todos sus movimientos a través de la sede y sostuvo, citando diferentes fuentes, que muchas de esas transacciones se hacen en el Reino Unido sin ser declaradas al fisco.

 

Google se encuentra entre varias compañías multinacionales estadounidenses, como Amazon y Starbucks, que en los últimos meses han sido muy criticadas por haber minimizado, aprovechando lagunas legales, el pago de sus impuestos corporativos en el Reino Unido, pese a sus altos ingresos.

 

Hodge dijo hoy, sin desvelar su fuente, que ha sido informada de que Google, contrariamente a lo que había asegurado en el pasado, vendió publicidad dentro del Reino Unido e incluso envió recibos a clientes de este país.

 

Estos datos contradicen lo que la multinacional indicó anteriormente al afirmar que sus operaciones son gestionadas desde sus oficinas en Dublín, donde tiene establecida su sede europea y emplea a unas 3 mil personas.

 

Hodge insistió en que está “bastante claro, a juzgar por toda la documentación, que todo el proceso comercial y el proceso de ventas se efectuó dentro del Reino Unido”.

 

Las ventas de Google en el Reino Unido están valoradas en 3 mil 788 millones de euros, si bien la mayoría se gestionan supuestamente mediante su sede irlandesa.

 

En 2011, la compañía pagó sólo unos 7 millones de euros en concepto de impuesto de sociedades -que entonces tenía un gravamen del 26 %- en este país, lo que fue tildado de “inmoral” por la comisión.

 

Brittin aseguró hoy que “nadie dentro del Reino Unido puede ejecutar transacciones” y sostuvo que cualquier anunciante en Europa trata directamente con la sede de la multinacional en Dublín.

 

“Cuando vinimos a Europa, establecimos en Dublín nuestra sede europea. Queríamos poder contratar clientes por toda Europa, no solo en el Reino Unido”, explicó.