Lo que encontraron las autoridades de la UNAM en la zona de la Rectoría que ocuparon durante 12 días los jóvenes encapuchados (y que ayer liberaron) fue un verdadero cochinero. Más allá de lo “normal”, si cabe la expresión. Además, por supuesto, del daño a la imagen a la máxima casa de estudios.

 

En la zona que ocuparon quienes tomaron la Rectoría, en la planta baja, hay dos oficinas importantes: la de Vinculación con el Consejo Universitario y la Dirección General de Administración Escolar. Ambas fueron violentadas, se hallaron escritorios destrozados, las manijas de las puertas rotas y hubo un cierto saqueo.

 

Del mural de Siqueiros que se halla en el vestíbulo, aún no se sabe a ciencia cierta si tuvo algún daño. A simple vista, lo que se nota en éste son manchas de humo provocadas probablemente por las fogatas que encendieron sus ocupantes.

 

Las autoridades de Ciudad Universitaria llamaron ya a peritos externos, además de los propios, para que presenten un dictamen independiente.

 

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DIÁLOGO SÍ, PERO ENTRE UNIVERSITARIOS.- El rector de la UNAM, José Narro, entró ayer mismo a sus oficinas. Fue en la propia Torre de Rectoría, en la zona de prensa, donde ofreció un mensaje luego de que fueron desocupadas las instalaciones al amanecer del 1 de mayo.

 

Entiendo, dijo, que tenemos que ver hacia adelante, “y si lo que han pedido es diálogo, lo habrá, pero de universitarios, entre gente identificada, donde prevalezca el argumento, la información y el más amplio debate de los asuntos que preocupan; en este caso, respecto del plan de estudios del Colegio de Ciencias y Humanidades”.

 

Para llevar a cabo el diálogo, las partes acordaron la formación de una Comisión cuya primera sesión será el 9 de mayo próximo, a partir de las 13 horas.

 

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LA MARCHA DE LOS INDEPENDIENTES.- Atestiguamos la marcha del 1 de mayo de las organizaciones y sindicatos independientes desde el Zócalo capitalino. Ahí, nada que ver con la violencia, ni los enfrentamientos cuyas imágenes luego vimos por 5 de mayo de algunos jóvenes contra los granaderos. Es más, lo que se presumía -y se llamaba- desde la tribuna instalada a unos del Palacio Nacional es que ésta era una marcha pacífica y no había que caer en provocaciones.

 

En esa conmemoración -que no “celebración”- se escuchaban, sí, consignas por un nuevo rumbo económico, en defensa de la educación pública, de la estabilidad laboral, del derecho a la seguridad social, contra el Pacto por México; quemaron una efigie de Enrique Peña Nieto, lo escenificaron como burro y pusieron al pie del templete tres ataúdes con los nombres a sus costados de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

 

Los más numerosos y organizados eran los del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y los del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM). Destacaban también por su creatividad y combatividad los de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), particularmente la Sección XVIII de Michoacán y la XXII de Oaxaca.

 

La CNTE anunció movilizaciones para el 6 y 15 de mayo y un plantón indefinido en la Plaza de la Constitución a partir de hoy, para exigir foros y consultas sobre la reforma educativa.
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GEMAS: Obsequio del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong: “Lo que siempre me pidió el rector (José Narro) es dejar que los universitarios pudieran dirimir este problema, cosa que sucedió”.

 

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