Luis Octavio López Vega ha vivido bajo el radar de los Estados Unidos por más de una década mezclado entre las olas de inmigrantes que llegaron al país al mismo tiempo, viviendo día a día sin precisar el rumbo.

 

Sin embargo, el caso de López destaca entre los millones de inmigrantes sin una Green Card (Permiso de residencia); se trata de una importante participación como informante ante ejército mexicano y la DEA con unos de los más buscados zares de las drogas.

 

La historia de López inspiró la creación de la Película Traffic del año 2000, al convertirse en el asesor general de un importante capo; sin embargo en un vuelco de la vida, todo su mundo se vino abajo.

 

Con el arresto del general mexicano Jesús Gutiérrez Rebollo, en 1997 por su implicación en el crimen organizado, López cayó de la gracia de las autoridades en su propio pais y fue nombrado sospechoso en el caso.

 

Al principio, EU le ayuda a escapar de las investigaciones mexicanas, abriéndole paso por la frontera a cambio de cooperación con las indagaciones estadunidenses.

 

López ofreció docenas de horas de testimonio sobre sus vínculos con los carteles mexicanos y las autoridades mexicanas y a cambio fue encubierto ante las autoridades mexicanas que lo rastreaban para procesarlo legalmente; la DEA se encargó de desaparecer cualquier rastro suyo y de su familia para no entorpecer la colaboración entre las dos naciones en el combate al crimen organizado.

 

Hoy, López vive en un remolque, sin trabajo, al día, sin poder acudir a las empresas por su calidad de migrante ilegal, sin acceso a sistemas de salud y postrado en la soledad siendo víctima de la delincuencia en el barrio, que ha robado hasta sus tanques de combustible para calefacción y alimentos.

 

“Arriesgué mi vida en México porque creía las que cosas podrían cambiar. Estaba equivocado, nada ha cambió “, dijo López. “Ayudé a los Estados Unidos porque creía que si todo lo demás fallaba, este gobierno me apoyaría; me equivoqué de nuevo. Ahora lo he perdido todo ” añadió con referencia al abandono en que las autoridades de la DEA le han dejado.

 

No existen elementos en el caso de López que abran paso a la exoneración así como tampoco los hay para que se le declare culpable; EU lo dejó ir  sin otorgarle una situación jurídica y no se ha presentado a las autoridades mexicanas por temor a ser asesinado en lugar de pasar por un proceso legal; su familia logra verlo esporádicamente en completo secreto ante el inminente peligro de una captura.

 

Con información de New York Times.