La Torre de Rectoría de la UNAM mantuvo las horas de tensión que comenzaron el viernes pasado por la noche. Con posiciones encontradas, el grupo que tomó las oficinas centrales de la Universidad reforzó sus brigadas de vigilancia ante lo que se percibía como la inevitabilidad del desalojo por parte de fuerzas federales.

 

En un pronunciamiento emitido anoche, habían advertido que permanecerán en el lugar hasta que el rector José Narro acudiera a una mesa de diálogo y cumpliera sus demandas, que incluyen el desistimiento de las denuncias en contra de quienes participaron en la toma del edificio, el pasado viernes. Pero Narro había dicho que no dialogaría hasta que terminara el desalojo.

 

El abogado de la UNAM, Luis Raúl González Pérez, ratificó las denuncias penales en su contra ante la PGR, con lo cual abrió la puerta para que las fuerzas de seguridad los retiraran. Su llamado a abandonar las instalaciones de manera pacífica, fue ignorado.

 

La toma generó mucha oposición en la comunidad universitaria. Un total de 115 mil 664 alumnos, trabajadores, académicos, consejeros universitarios, organizaciones estatales y gremiales y egresados de la UNAM, redactaron un pliego donde exigían el desalojo inmediato del inmueble.

 

Por la noche, antes de que los encapuchados anunciaran su intención de permanecer en la Rectoría, se suscitó un connato de enfrentamiento con estudiantes, según dijeron ellos mismos.

 

En el transcurso de la tarde otro grupo de estudiantes de las facultades de Derecho, Ciencias, Ciencias Políticas y Sociales, Química y Economía había acudido al lugar para pedir la entrega del edificio. Si bien repudió la ocupación, también rechazó la posible entrada de la policía a Ciudad Universitaria

 

Toma express en la UAM Iztapalapa

 

Durante nueve horas la rectoría de la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Iztapalapa (UAM-I) fue ocupada por una decena de presuntos estudiantes encapuchados en apoyo al grupo que tomó la torre de rectoría de la UNAM el 19 de abril.

 

Los encapuchados llegaron al edificio A de la UAM-I desde las 6:30 de la mañana. Ahí exigieron un diálogo con autoridades de la universidad para pedirles dar marcha atrás al Reglamento de Convivencia Universitaria, entre otras medidas adoptadas por la autoridad.

 

Las demandas, que se pegaron en pancartas en el edificio, fueron cuestionadas por alumnos y académicos que durante la jornada pidieron la liberación de la rectoría. También hubo estudiantes que apoyaron a los inconformes, lo que encendió los ánimos de la comunidad en varias ocasiones.

 

Pasadas las 15:00 horas, los encapuchados autodenominados como Brigada 24 de Abril leyeron dos comunicados acusando a las autoridades de la UAM de querer privatizar la universidad y de negarse al diálogo.

 

El grupo liberó la Rectoría pero advirtió que no es “el final de esta lucha, sino su principio”; los encapuchados se encaminaron a una puerta trasera y desde ahí, iniciaron una carrera para abandonar el plantel.

 

Irritan medidas de seguridad en universidades

 

Los grupos que han participado en los recientes hechos de violencia en escuelas de la UNAM y la UAM rechazan la aplicación de medidas de seguridad como los controles en los accesos, y la instalación de cámaras de vigilancia y botones de pánico al interior de los planteles.

 

Los planes de seguridad adoptados por estos y otros centros educativos a nivel nacional forman parte de una estrategia acordada al interior de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) desde el año pasado.

 

No obstante, las medidas adoptadas motivaron el cierre de planteles. Apenas el 4 de abril, en la Preparatoria 6 de la UNAM seis presuntos estudiantes cerraron el plantel durante seis hora en demanda de que fueran retiradas las cámaras que la institución colocó en enero pasado, argumentando que violaba su privacidad.

 

Durante la toma de la torre de Rectoría, los encapuchados aseguraron en repetidas ocasiones estar en contra de la instalación de las cámaras de seguridad al interior de los CCH, preparatorias y facultades, con el mismo argumento: “violentan nuestra privacidad”.

 

El pasado 11 de marzo, el Consejo Académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco rechazó, por mayoría, una propuesta de políticas operativas de seguridad, considerando que la iniciativa pretendía crear un “ambiente policiaco” en la unidad.

 

Durante la toma de la Rectoría en el plantel de Iztapalapa, ayer en la mañana, los encapuchados manifestaron su oposición a los botones de pánico en la UAM, ya que implicaría la entrada de la policía capitalina al plantel.

 

El informe “La Seguridad en Instituciones de Educación Superior”, elaborado por la ANUIES, muestra que las universidades padecen desde robo de equipamiento escolar y de autopartes, y asalto a transeúntes, hasta introducción de artefactos explosivos.

 

El documento reveló que 70% de las instituciones de educación superior afiliadas carece de protocolos para conocer qué haceren caso de un enfrentamiento con arma de fuego dentro de las escuelas; o con la detención de un delincuente, la atención de un caso de abuso sexual, cómo denunciar un robo o qué hacer en caso de una amenaza de artefactos explosivos.

 

Los involucrados

 

Colectivo Conciencia y Libertad

 

Tendencia de izquierda, sin inclinarse de manera específica por alguna ideología.

 

En este colectivo confluyen anarcopunks, radicales, del Centro Libre de Experimentación Teatral y Artística (CLETA) y la corriente En Lucha.

 

Grupo en contra de las políticas implementadas por las autoridades universitarias, con vínculos directos con la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM.

 

Uno de sus líderes en el pasado fue Alejandro Echevarría Zarco, El Mosh.

 

Grupo anarquista Brigada Negra

 

Pertenece al Bloque Negro México. Busca la confrontación directa contra las autoridades, a quienes responsabiliza de la dominación de las clases bajas. Su filosofía es atacar al Estado, al ejército, la policía, la iglesia y la escuela “por ser instituciones de control, dominación y muerte”.

 

También ataca las ideologías del poder, incluidos los medios de comunicación.

 

Coordinadora Estudiantil Anarquista

 

Tiene sus raíces en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.

 

El año pasado se apoderaron de las instalaciones de la UACM durante siete meses, hasta lograr tumbar a la rectora Esther Orozco e imponer a Enrique Dussel, como rector interino.

 

Sus integrantes también fueron ligados a los disturbios del 1 de diciembre en la capital.

 

Colectivo Revolucionario Anarquista de Naucalpan

 

Integrado en su mayoría por estudiantes y ex alumnos del Colegio de Ciencias y Humanidades Naucalpan.

 

Están en contra de las actas de suspensión levantadas contra varios estudiantes, pues consideran que es muestra de la falta de libre asociación,  libre manifestación y  expresión de ideas.