Hoy aumentaron las críticas contra la respuesta de la Agencia Federal de Investigación (FBI) a la advertencia de los servicios de seguridad de Rusia, en 2011, luego de conocerse que el mayor de los sospechosos, Tamerlán Tsarnaev, figuraba como “amenaza no activa” en la lista del Centro Nacional Antiterrorista (NCTC, en inglés). Ese registro tiene más de medio millón de personas procedentes de todo el mundo que considera terroristas o sospechosas de realizar en el futuro actos de terrorismo.

 

El nombre de Tamerlán Tsarnaev, quien murió tras el enfrentamiento con la policía la semana pasada y es considerado como autor intelectual del atentado contra el Maratón de Boston, estaba en esa lista llamada: Base de Datos de Identidades de Terroristas, conocida con el acrónimo TIDE (por su nombre en inglés: Terrorist Identities Datamart Environment), según agencias.

 

La inclusión del nombre del joven en la lista fue a partir de que lo interrogó el FBI tras la advertencia de las autoridades rusas. Ello significa que el joven de origen checheno no aparecía en otra importante relación conocida como Lista no fly (sin autorización para volar) que le hubiera impedido salir de EU rumbo a Rusia.

 

La base de datos TIDE es parte de los registros federales de seguridad y fue creada después de los ataques del 11 de septiembre de 2001. Ese registro en particular ha sido muy criticado en el pasado por ser difícil de manejar. Las agencias de inteligencia y de seguridad admitieron en el Congreso que en 2009 extraviaron los datos Umar Farouk Abdulmutallaf, llamado “bombardero en ropa interior”

 

La revelación de que el mayor de los hermanos Tsarnaev estaba considerado por el NCTC como “amenaza no activa” alentó el debate legislativo contra la conducta del FBI tras la advertencia de las autoridades rusas, en 2011. Luego de que esa agencia mantuvo una reunión a puertas cerradas en el Comité de Inteligencia del Senado, la legisladora republicana Susan Collins manifestó que le era “problemático” comprender cómo después de tantos años tras los ataques contra Estados Unidos, “aún veamos esos obstáculos para compartir información” de forma efectiva.

 

Además de esta revelación, aunque la investigación sobre los ataques al Maratón de Boston del 15 de abril pasado está en una fase temprana, las autoridades admitieron su temor de que, si se corrobora el testimonio de Dzhokhar Tsarnaev, se confirme que en Estados Unidos emerge una gran amenaza: jóvenes enojados y alienados, no afiliados a grupos terroristas, que se “autocapacitan” por internet para realizar actos letales. Así lo admitió a The New York Times un miembro del equipo que interroga al más joven de los hermanos Tsarnaev, que cometieron los ataques que dejaron tres muertos y unos 264 heridos.

 

Los agentes que toman declaración a Dzhokhar afirman que les dijo que ambos hermanos aprendieron a elaborar bombas a partir de ollas de presión -como las que usaron en el maratón- luego de leer la revista online Inspire de la red AlQaeda. De acuerdo con agentes de inteligencia, esa publicación salió a mediados de 2010 y algunos artículos llevaban títulos como: “Haz tu bomba en la cocina de tu mamá”. Se identificó a Samir Khan como el editor, quien murió en un ataque de drones en Yemen en septiembre de 2011.

 

El senador republicano por  Florida, Marco Rubio, miembro del Comité de Inteligencia dijo a la prensa que, al parecer, los sospechosos se radicalizaron por sus visitas a sitios en internet, aunque los investigadores aún buscan posibles fuentes de inspiración y apoyo en el extranjero.

 

Fracasos del FBI

 

La Oficina Federal de Investigación (FBI) tiene 105 años de existencia y, aunque pocos, sus errores han sido costosos en vidas y para su propio prestigio: Pesan en su contra la mala gestión en el asalto al rancho de Waco en 1993 y que no previno los ataques del 11 de septiembre de 2001. El informe de la comisión que investiga los ataques del Maratón de Boston, señaló a la Oficina como principal responsable por su “inteligencia limitada, personal insuficiente, escasos recursos y una cultura burocrática”.