ROMA. Al menos 30 trabajadores inmigrantes resultaron heridos de bala en Grecia cuando un supervisor abrió fuego contra unos 200 jornaleros migrantes de una granja de cultivo de fresas que exigían el pago de seis meses de salarios atrasados.

 

Varios de los trabajadores heridos (la mayoría ciudadanos de Bangladesh) fueron trasladados a hospitales cercanos, mientras el propietario de la granja y el supervisor fueron detenidos, y otros tres capataces huyeron, informó hoy la policía griega.

 

El acto ocurrió ayer miércoles en la localidad de Nea Manolada, en el Peloponeso, sur de Grecia, cuando unos 200 jornaleros protestaban por el retraso del pago de medio año de salario, según la policía, citada por la agencia griega de noticias ANA.

 

Los migrantes comenzaron a discutir con sus capataces cuando uno de ellos, comenzó a dispararles con una escopeta de caza.

 

El principal partido de la oposición de Grecia, el izquierdista Syriza, pidió a las autoridades correspondientes investigar el hecho, mientras el gobierno condenó el tiroteo, el cual calificó como un “acto inhumano”.

 

El comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Nils Muiznieks, que visitó recientemente Grecia, manifestó su preocupación por el aumento de la violencia racista e instó a las autoridades a actuar con más contundencia.

 

Este incidente no es el primero que ocurre en Grecia. El año pasado dos griegos fueron arrestados por golpear a un inmigrante egipcio y otros locales fueron acusados de atar a dos ciudadanos de Bangladesh a una moto y arrastrarlos por su pueblo.

 

Por otra parte, en 2008, trabajadores inmigrantes llevaron a cabo una huelga para protestar contra los bajos salarios y las condiciones inhumanas que viven los jornaleros en granjas de cultivo de fresa.