Considerado por la PGR como uno de los narcotraficantes más sanguinarios del país, Javier Torres Félix, JT está perdido.

 

Aunque desde el lunes fue liberado por el Gobierno de los Estados Unidos -luego de cumplir una sentencia de ocho años de prisión-, oficialmente el jefe de sicarios de Ismael El Mayo Zambada no está en México, donde tiene procesos pendientes.

 

En enero de 2004, antes de ser detenido por elementos de las fuerzas especiales del Ejército Mexicano, tras un violento enfrentamiento, el JT llegó a ser considerado un elemento de la élite del Cártel del Pacífico y la mano derecha del mismo Zambada.

 

Información oficial del Buró Federal de Prisiones de los Estados Unidos indica que Torres Félix salió de la prisión de Beckley, en West Virginia, el lunes pasado; sin embargo, la Procuraduría General de la República (PGR) señaló que al menos hasta la tarde de ayer no se había concretado su entrega.

 

De hecho, a través de su sección de Interpol, la PGR está a la espera de que los agentes del US Marshals entreguen al narcotraficante, para a su vez remitirlo a las autoridades judiciales que lo reclaman en nuestro país.

 

Ríodoce y Diario de Sinaloa informaron que el portavoz del Buró Federal de Prisiones, Chris Burke, indicó que agentes federales estadunidenses recogieron al JT en la referida prisión al filo de las diez de la mañana el 8 de abril. Hasta ahí se pierde su rastro, pues autoridades de PGR consultadas indicaron que no ha sido entregado.

 

Ambos medios sinaloenses buscaron la versión de la oficina de los Marshals de Estados Unidos y del Departamento de Inmigración y Aduanas (ICE), pero ninguna quiso dar detalles sobre la custodia del narcotraficante.
Detención  y proceso en EU

 

La noche del 27 de enero de 2004, elementos del desaparecido Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE) del Ejército logró detener a Torres Félix en Sinaloa, un día  después de que sus gatilleros asesinaran a un cabo de infantería.

 

La PGR informó que al momento de su detención, el  JT tenía una pistola con zafiros de tres colores en las cachas y figuras de gallos de pelea, además de un crucifijo de diamantes.

 

Durante los tres años siguientes estuvo preso en el Reclusorio Norte, tratando de frenar su proceso de extradición, ya que era reclamado por una Corte en California, que lo encausó por tres cargos de conspiración para distribución de cocaína y metanfetaminas, y por otra Corte en Washington  por el delito de conspiración para vender, distribuir, y preparar cocaína importada ilegalmente a EU.

 

En el proceso de Washington fue procesado, junto con Ismael El Mayo Zamblada y Vicente Zambada Niebla.

 

El 29 de noviembre de 2006 fue extraditado a EU, pero los detalles de su proceso en ese país son pocos, pues el expediente fue sellado.
Originalmente se le trasladó a la prisión federal de la ciudad de Yazoo, en Mississippi, pero luego fue llevado a la penitenciaría de Beckley, en el condado de Raleigh, Virginia, un complejo de mediana seguridad. Su número de recluso fue el 28848-016.

 

Versiones de fuentes extraoficiales indicaron que el JT recibió beneficios de parte del Gobierno de los EU, a cambio de fungir como testigo y revelar las identidades de otros integrantes del Cártel del Pacífico.

 

Juicios pendientes

 

Autoridades del Poder Judicial Federal indicaron a 24 HORAS que Torres Félix tiene dos procesos pendientes, por lo que al ingresar a territorio nacional debe ser detenido de inmediato.

 

A nivel federal se encuentra indiciado en un proceso radicado en el Juzgado Tercero de Distrito del Primer Circuito desde 2004, por delitos contra la salud,  portación de armas de uso exclusivo de las fuerzas armadas y delincuencia organizada.

 

Además, un juez local en Sinaloa también giró una orden de aprehensión en contra de este sujeto por su probable responsabilidad en el homicidio del cabo de Infantería , Julio César Samayo Sarabia, ex integrante del grupo GAFE, ocurrido en la localidad de Emiliano Zapata.

 

“Esta persona no puede estar en libertad en México, pues está indiciado en procesos federales y locales. La PGR es la encargada de ponerlo a disposición de alguno de los jueces que lo reclaman si es que reingresa a territorio nacional”, señalaron fuentes judiciales.

 

El Poder Judicial confirmó también que Torres Félix fue extraditado a Estados Unidos luego de que un tribunal colegiado en Zacatecas resolvió en contra de la apelación que había interpuesto para no ser extraditado. Previamente el juzgado tercero en materia de Amparo del DF también le negó el recurso.

 

No obstante, la extradición no desactiva ni anula los procesos que quedaron pendientes en su contra en México.

 

El más sanguinario

 

En 2004, Javier Torres Félix, JT, el hombre más cercano a Ismael El Mayo Zambada, fue encarcelado por cuarta vez en su vida.

 

En 1984, a sus 24 años de edad fue aprehendido en Sinaloa por haber raptado a su novia.

 

En 1990 se inició en el narcotráfico, como operador de Manuel Salcido El Cochiloco, lugarteniente del Cártel de Sinaloa y quien fuera asesinado ese año.

 

En junio de 1990, el JT fue detenido por el Ejército en Mazatlán, Sinaloa, en posesión de más de 800 kilos de mariguana y 4 rifles AK-47. Por segunda vez fue encarcelado.

 

Desde 1992, la DEA lo identifica como lugarteniente de Ismael El Mayo Zambada, jefe de los cárteles de Juárez y de Sinaloa. Ese año ingresó a la lista de los más buscados.

 

En mayo de 1997 el JT fue detenido nuevamente en Cabkul, Quintana Roo, con un cargamento de 2 kilos de cocaína. Lo encarcelaron por tercera vez.

 

Informes de la PGR señalan que en febrero de 2001, los Arellano Félix intentaron matarlo. En la llamada masacre de El limoncito, en Sinaloa, murió su hermano y otras 11 personas, pero él se salvó.

 

En octubre de 2001, el JT se escapó junto con El Mayo Zambada de un operativo de la Sedena y la PGR en Cosalá, Sinaloa.

 

El 27 de enero de 2004 fue capturado por última vez Torres Félix, considerado por la PGR como uno de los narcotraficantes más sanguinarios en el país.

 

El JT nació en octubre de 1960 en los Llanos, municipio de Cosalá, Sinaloa, y en 1990 conformó una banda de narcotraficantes que controlaba dicho ayuntamiento.