Tuvieron que pasar casi 60 meses para que un juez dictara las sentencias condenatorias en contra de los policías que implementaron el fatal operativo en la discoteca New´s Divine; sin embargo, pocos quedaron contentos.

 

El juzgado 19 en Materia Penal del Reclusorio Oriente impuso ayer penas de prisión, de 5 a 24 años de cárcel, para 19 mandos medios y policías rasos que participaron en la acción, y absolvió a otros 11 ex servidores públicos.

 

Pero ninguno de ellos pisara aún la cárcel, pues ya apelaron las resoluciones.

 

“Nosotros sólo seguimos las órdenes que nos daban ¿cómo es posible que nuestros jefes, los responsables de esto, estén libres y absueltos?”, dijo a 24 HORAS Marcela Rivera Cruz, ex policía preventiva condenada a 19 años de prisión.

 

Tampoco quedaron conformes los familiares de las víctimas del fatídico despliegue policial, sobretodo porque consideraron que los altos funcionarios que organizaron el operativo no recibirán ninguna sanción, y que los que fueron condenados y en alguno casos absueltos son de bajo perfil.

 

El proceso penal por el caso New´s Divine se inició poco después del 20 de junio de 2008, cuando la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) y la Procuraduría General de Justicia local (PGJDF), bajo el esquema de operación conjunta UNIPOL, implementaron una incursión en el establecimiento, en donde se tenía detectada la venta del alcohol a menores de edad.

 

Pero la falta de coordinación entre los elementos, principalmente de la SSPDF, ocasionó que la única salida del local ubicado en la delegación Gustavo A. Madero se bloqueará y 12 personas, entre jóvenes y menores, murieran aplastados o asfixiados.

 

En total, 35 personas fueron procesadas por su probable responsabilidad en estos hechos, siendo el de mayor jerarquía Guillermo Zayas González, ex titular de la UNIPOL, y quien no fue sentenciado ayer pues cuenta con un amparo.

 

Pese al reclamo social, tampoco fueron consignados ni procesados el ex secretario de Seguridad Pública, Joel Ortega Cuevas; el ex subsecretario, Luis Rosales Gamboa, ni el ex delegado en Gustavo A. Madero, Francisco Chiguil.

 

Las sentencias

 

Las sentencias más altas dictadas por el juez Prudencio González Tenorio fueron de 24 años y 6 meses de prisión para los ex directores de los sectores Tlacotal y Zaragoza de la SSPDF, María de Jesús Graciela Márquez y Luciano Baeza Chávez, a los que encontró responsables de los delitos de homicidio culposo y lesiones.

 

Además, impuso una pena de 19 años y tres meses de cárcel por los mismos delitos a 12 policías operativos más. De ellos destaca el caso de Marcela Rivera Cruz, que también fue acusada de abuso de autoridad, por lo que fue inhabilitada casi cinco años para ocupar cualquier cargo en el servicio público.

 

Cinco ex directores de los sectores Cuitláhuac, Clavería, Aragón, Cuchilla y Pradera fueron sentenciados a 5 años 9 meses de prisión por ejercicio ilegal del servicio público, y fueron inhabilitados de ejercer cargos por ocho años. Entre ellos destaca Alejandro Garniño, quien en dos ocasiones recibió el premio como Policía del Año.

 

El juez absolvió a otros 11 policías, entre ellos agentes judiciales, al considerar que no había elementos para acusarlos de algún delito.
En 2011 y 2010 ya se habían dictado sentencias a dos ex funcionarios de Gustavo A Madero y al ex administrador del referido bar.
Los que faltan por ser sentenciados en este proceso son Zayas, además de la ex directora del sector La Raza de la SSPDF, Rosa Herlinda Antúnez Vázquez, quienes interpusieron amparos.

 

Ninguno de los 19 ex policías sentenciados ayer alcanza fianza, sin embargo, la mayoría ya apeló la sentencia, por lo que la misma será revisada por una Sala Penal del TSJDF.

Sin reparan daño

 

Aun que el presidente del TSJDF, Edgar Elías Azar, subrayó el trabajo del juez en este proceso -cuyo expediente está compuesto por más de 227 tomos judiciales-, reconoció que las sentencias no reparan el daños a las víctimas.

 

“Que nos quede claro a todos: nada que haga el Estado va a reparar el daño que se le hizo a las víctimas, nada va a reparar; nada va a consolar a esa madre que perdió a su hijo; pero sí tenemos que tener en cuenta que el Tribunal ni es un instrumento de venganza ni es una instrumento de represalias”, indicó.

Enfermos de coraje

 

En el exterior del edificio sede de la TSJDF, un grupo de familiares y representantes de organizaciones sociales se manifestaron en contra de las sentencias y exigieron castigo a los altos mandos que no están procesados.

 

“Estoy enferma y llena de coraje y de odio, porque servidores  que viven de nuestros sueldos nunca les hicieron nada (…) no se hizo una buena investigación y por eso los altos mandos no están detenidos; vamos a pedir sentencia mayores y castigo a quien no lo recibió”, dijo Carmen Rivas, madre del joven que murió en la discoteca, Leonardo Amador Rivas.

 

Rubén Tapia, padre de la fallecida Isis Gabriela, señaló que los sentenciados son policías que tienen culpa, pero que no son los máximos responsables del incidente. “Como no tienen dinero no pudieron poner amparo como Zayas; además qué pasa con Joel Ortega o Francisco Chiguil, ellos también tienen culpa”, sostuvo.

 

Cumplimos órdenes

 

Marcela Rivera, policía del sector Pradera, quien fue sentenciada a 19 años de cárcel, señaló en entrevista con 24 HORAS que el día del operativo en el News Divine, ellos solo siguieron órdenes de sus mandos, y hasta el último momento se enteraron del operativo.
“Yo y mis compañeros solo seguimos las órdenes que nos dieron, nos indicaron que formáramos una valla y eso hicimos, si no lo hacemos nos arrestan o castigan. Nunca supimos que sucedía hasta que vimos a los chavos pasar uno encima del otro”, indicó.

 

Recuerdo que la tarde del 20 de junio del 2008, aproximadamente a las 17:00 horas, recibió la orden de su jefe Alejandro Garniño para concentrarse en Eduardo Molina. Ahí esperaron por horas hasta que se reunieron de varios sectores y fueron al lugar.

 

“Nunca supimos a qué íbamos hasta que llegamos al sitio, ahí vimos que se trataba de un operativo (…) luego todo de salió de control muy rápido, no había coordinación de los mandos, uno decía una cosa y otro algo distintos, fue un caso”, reconoció.

 

Rivera lamentó que la mayoría de los policías rasos como ella hayan recibido sentencia sean elevadas, mientras los funcionarios que tenían el poder de decidir que sucedía y que no, estén absueltos.

 

Dijo que ella al igual que todos los ex policías que están recibiendo sentencia ya interpusieron una apelación a la sentencia que dictó el juez, pero reconoció que se trata de un proceso desgastaste, sobre todo ante la posibilidad de regresar a la cárcel.