Al menos 2 mil constructoras del país están al borde de la quiebra, debido a las deudas que enfrentan, producto de los retrasos en los pago por parte de algunos estados y municipios, señaló Luis Zárate Rocha, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).

 

Zárate Rocha consideró como grave el que atraviesan las pequeñas y medianas empresas del ramo, toda vez que hubo un subejercicio en algunos estados y municipios, y ello provocó el endeudamiento por el retraso en los pagos.

 

Dijo que la CMIC busca modificaciones en la contratación de Obra Pública, a través de un nuevo ordenamiento legal que norme la actividad y obligue al pago inmediato.

 

“Hemos tenido avances importantes en varios estados; ha habido voluntad de algunos gobernadores de poder sacar este problema, porque son empresas medianas y pequeñas, estamos tocando puertas a nivel federal y en permanente comunicación con los gobernadores”, añadió.

 

En entrevista, el líder nacional de los constructores confió que el gobierno federal haga las primeras licitaciones de obra, mientras tanto, el sector que encabeza mantiene una permanente comunicación con el Congreso de la Unión para impulsar una nueva Ley de Obra Pública.

 

Indicó que la idea es que esa nueva ley facilite la inversión, estimule al pequeño y mediano empresario, premie la calidad y sirva para que funcionarios del gobierno cumplan con su labor.