En diciembre de 2003, la entonces coordinadora del PRI en la Cámara de Diputados, Elba Esther Gordillo, fue relevada en el cargo, debido a que la mayoría de legisladores priistas acusaron que había pactado con el entonces presidente Vicente Fox aprobar el IVA en alimentos y medicinas. Su lugar y cargo  lo ocupó el actual secretario de Educación, Emilio Chuayffet. En 2006 ella fue expulsada del partido y creó Nueva Aliaza; pero el tema al interior del partido volvió.

 

La convocatoria de la XXI Asamblea Nacional Ordinaria del PRI que debió de publicarse a más tardar el pasado 7 de enero se retrasó 5 días en ser emitida. Entre las razones que dio entonces César Camacho Quiroz fue que aún se estaba afinando y prometió que “a más tardar el 23 de febrero” la asamblea se constituiría. Pero eso no fue así. El retraso se debió en gran medida a las negociaciones que enfrenta el proceso electoral de 2013,  donde 40% del electorado nacional decidirá puestos de elección en 13 estados, entre ellos, el controvertido pre registro a la candidatura por la gubernatura de Baja California. Además de la discusión para eliminar de los estatutos la prohibición para votar a favor de una reforma que contenga la imposición del IVA en alimentos y medicinas, así como abrir al sector privado la industria petrolera y cambios en la elección para permitir cargos a no militantes.

 

Con la emisión de la convocatoria a la asamblea tricolor se definieron las pautas que la integrarían así como a sus directores. Del 1 al 3 de marzo se reúnen en la Ciudad de México más de 5 mil militantes que participan en las cuatro mesas nacionales encabezadas todas por ex presidentes del partido: Cristina Díaz, en la mesa de Estrategia y Programas; Mariano Palacios Alcocer, en la de Estatutos; Humberto Roque Villanueva, en la de Declaración de Principios, y José Antonio González Fernández, al frente de Programa de Acción.

 

La dirección está señalada “2013 debe ser la gran oportunidad especialmente para quienes tenemos responsabilidad pública, de ir más allá de miramientos partidarios, electorales, y realmente ocuparnos y hacer de este año ocasión para hacer grandes cambios y transformaciones, profundas, que puedan poner a México en ruta, de acelerar su paso para el crecimiento económico y para el mayor desarrollo. En ustedes está la gran responsabilidad”, expresó Enrique Peña Nieto en la clausura de la Reunión Plenaria del PRI de la Cámara de Diputados, en Bahía de Banderas.

 

Días después, el 10 de febrero, una vez iniciadas la mesas de trabajo en estados y municipios, el presidente del PRI, César Camacho, aseguró que hasta ese momento la mayoría de las asambleas de todo el país ha dicho “no” a la generalización del IVA a alimentos y medicinas.

 

“El PRI no dice, no ha dicho, no dirá sí al IVA a alimentos y medicinas, no lo ha dicho y creo que no lo dirá porque esa es la expresión de los asambleístas hasta ahora”.

 

En esa postura se encontró también la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, cuyo líder íder Joel Ayala informó que no apoyará la imposición de este impuesto.

 

“Muy directamente se los expreso: vamos por una reforma hacendaria, fiscal, pero de ninguna manera estaríamos ni siquiera tocando el tema de enjuiciar económicamente y darle una vida cara a la vida que padece el pueblo de México” afirmó. “No a cargar más a un pueblo que tiene hambre”.

 

Pero los documentos son otros. Una vez concluida las mesas de trabajo, los más de 200 delegados priistas aprobaron en lo general el predicatemen que contempla empalmar sus esfuerzos con el Ejecutivo para impulsar una reforma hacendaria y energética.

 

Con más de 90 artículos reservados, la mesa que se encarga de debatirlos es la del Programa de Acción, bajo la dirección de José Antonio González Fernández.

 

En el predictamen se plantea cambiar el texto “el PRI defenderá la economía popular y no aceptará el IVA en alimentos y medicinas” por otro que diga que se va a apoyar “con todo rigor a los productores agropecuarios de nuestra nación para generalizar la soberanía alimentaria. Y así contribuir con la defensa de la economía popular”.

 

Para lograr el respaldo a la aprobación del IVA en alimentos y medicinas, en los estados se ha informado que la propuesta de ley que prepare Peña Nieto va encaminada a reducir hasta en 10 puntos el porcentaje con el propósito de no causar daños a la economía popular.

 

En cuanto al tema energético, se prevé un apartado con 18 numerales en los que se establecen ciertos sectores de Petróleos Mexicanos que podrían abrirse al capital privado.

 

Humberto Roque Villanueva es quien preside en estos momentos la mesa de Declaración de Principios, quien perfiló algunas propuestas sobre lo que quiere el priismo en estos nuevos tiempos en que volvieron a la silla presidencial. Según cuenta Roque, hay dos grandes corrientes: una que desea situar al PRI en la izquierda radical o en el centro-izquierda (“ninguno quiere situarlo en la derecha, eso se lo dejamos al PAN”, dice); y otra que quiere evitar caer en las “trampas geométricas”.

 

Esa segunda corriente -que es en la que se sitúa el propio coahuilense- busca respetar ciertos valores históricos. Los cita: El liberalismo del siglo XIX (“laicidad, derechos humanos y otros”), el movimiento revolucionario (“garantías de tierra, agua, en un esquema actualizado”) y la democracia participativa (“para inscribirnos en el siglo XXI”).

 

Roque Villanueva sostiene que el tema de la declaración de principios no tiene tantos problemas como la del Programa de Acción o la de Estatutos, pues eso de los principios  “no es como cambiarse de calcetines”.

 

Otro de los reclamos que se le hicieron a esta XXI Asamblea es por la apertura a las candidaturas independientes y ciudadanas en 2015 porque los militantes de base perderían posibilidades al contender con personajes con poder adquisitivo.

 

Aunado a ello, los priistas se han inconformado con eliminar la serie de requisitos que establece el estatuto como acreditar militancia de cuatro años para acceder a una candidatura local o siete años para las federales.

 

La norma interna señala que los métodos de selección de candidatos son la elección directa o asamblea de delegados, pero con las reformas se incluiría también el de las encuestas.

 

Otra de las modificaciones al reglamento priista es la reducción de espacios en el Consejo Político Nacional porque son órganos de participación interna que se abrieron para participación de militantes en 2003, cuando el PRI había perdido el poder ante el PAN.

 

Las reservas presentadas a la modificación de estatuos deberán discutirse este sábado para conformar los dictámenes que se votarán este domingo a mano alzada frente al presidente Enrique Peña Nieto.