ROMA. Las supuestas preferencias de la canciller alemana, Ángela Merkel, de cara a las elecciones generales que Italia celebrará el domingo y el lunes próximos entraron de lleno en el penúltimo día de la campaña electoral italiana.

 

El nombre de la jefa del Gobierno alemán, defensora a ultranza de la austeridad europea y la líder conservadora de mayor influencia en Europa, se convirtió en el principal tema de enfrentamiento entre unos partidos y otros, ante el fantasma de que la bendición de Merkel pueda suponer más votos para uno u otro candidato.

 

La polémica surgió el miércoles con el primer ministro Silvio Berlusconi, dirigente de la coalición de centroderecha y correligionario de Merkel en el seno del Partido Popular Europeo (PPE), quien habló de un supuesto pacto de Gobierno secreto entre el favorito de las elecciones, el progresista Pier Luigi Bersani, y Monti, con la “bendición” de la canciller alemana.

 

Sobre esto fue preguntado el propio ex comisario europeo Monti en una de sus múltiples intervenciones en los medios y lo negó, asegurando que “imaginaba” que la canciller alemana no querría al frente del Gobierno de Italia al líder del Partido Demócrata (PD) de centroizquierda y preferiría una formación de centroderecha.

 

Estas declaraciones despertaron todo tipo de suspicacias -incluso un desmentido sobre la injerencia del Gobierno alemán en las elecciones italianas a través de su vocero en Twitter- y llevaron a Monti a precisarlas, afirmando que ni a él ni a Bersani les hace falta la “bendición” de Merkel.

 

“Sé bien que Merkel no interfiere en las elecciones italianas ni en las de otros países, por esto desmentí lo que dijo Berlusconi. No solo es falso que haya un acuerdo con el PD, sino también que la señora Merkel esté involucrada”, subrayó el primer ministro dimisionario en un encuentro con el diario “Corriere della Sera”.

 

El principal afectado, el ex comunista Bersani, también quiso salir al paso de este comentario, que, dada la sintonía que Merkel y Monti han demostrado en los trece meses de Gobierno tecnócrata en Italia, desacreditaba en parte a nivel europeo su candidatura, a la que todos los sondeos atribuyen la victoria.

 

“Me ha sentado un poco mal, francamente. Me ha parecido más una metedura de pata de Monti que una iniciativa de Merkel: los gobiernos europeos se respetan recíprocamente. Una intervención de ese tipo de Merkel es impensable”, comentó el líder del PD en declaraciones a Radio Due.

 

El propio Monti, reconvertido ahora en político líder de la coalición de los llamados “centristas”, aprovechó este jueves para arremeter de nuevo contra Berlusconi y el cómico antipolítica Beppe Grillo, respectivamente, segundo y tercer/cuarto favorito y a quienes ve como un “peligro” para la estabilidad de Italia.

 

“El fenómeno Grillo merece toda nuestra atención y entiendo que los titulares de los partidos tradicionales puedan sentirse incómodos y tienen razón, pero si hubieran hecho una reforma electoral decente los mítines de Grillo estarían menos llenos”, afirmó el tecnócrata. EFE