WASHINGTON. El presidente de EU, Barack Obama, presionó ayer a los republicanos para llegar a un acuerdo que impida los recortes automáticos del gasto previstos a partir del 1 de marzo, ya que, según advirtió, su entrada en vigor dañará a la economía y puede suponer la pérdida de cientos de miles de empleos.

 

Con el Congreso en receso esta semana por las vacaciones de invierno y a solo 10 días de los temidos recortes, Obama compareció en la Casa Blanca para alertar de sus consecuencias y reiterar su propuesta, que combina reducciones de gasto en programas gubernamentales con una reforma fiscal para que los más ricos paguen más impuestos.

 

“Esos recortes no son inteligentes, no son justos, y dañarán a nuestra economía”, sostuvo Obama.

 

Rodeado de trabajadores de los servicios de emergencias del Gobierno federal, Obama los puso de ejemplo del tipo de empleos que están en riesgo si se llegan a aplicar los recortes, valorados en más de 85 mil millones de dólares.

 

Además, recordó que el Departamento de Defensa ya ha decidido reducir su presencia en la zona del Golfo Pérsico en anticipación a esos recortes.

 

“Nuestra máxima prioridad debe ser hacer todo lo posible para que la economía crezca y crear buenos empleos para la clase media”, subrayó Obama al afirmar que, si esos recortes entran en vigor, ocurrirá “exactamente lo contrario”.

 

Por una decisión del Congreso adoptada en 2011, sin un acuerdo sobre la reducción del abultado déficit público entrarán en vigor el 1 de marzo recortes automáticos del gasto, la mayoría en el presupuesto destinado a Defensa.

 

El propósito de Obama es que el Congreso apruebe un plan de corto plazo que combine reducciones de gasto y aumento de ingresos fiscales para evitar esos recortes, que en principio estaban previstos para primeros de año y quedaron aplazados en enero cuando se logró un acuerdo para impedir el llamado “precipicio fiscal”.

 

También recordó que su oferta incluye recortar gastos en programas sociales, como piden los republicanos, pero afirmó que es igualmente necesaria una reforma para cerrar muchas “lagunas” fiscales y aumentar las cargas impositivas a los ciudadanos más ricos.

 

En coincidencia con el nuevo esfuerzo de Obama para evitar los recortes, los líderes de una comisión creada en 2010 para la reducción del déficit -el exsenador Alan K. Simpson y Erskine B. Bowles, exjefe de gabinete del expresidente Bill Clinton- también han presentado un nuevo plan.

 

Esa nueva iniciativa plantea una reducción del déficit en 2,4 billones de dólares en los próximos 10 años a través de una serie de recortes del gasto público y de una reforma fiscal.

 

Además, los demócratas en el Senado presentaron un plan la semana pasada para evitar los recortes que se enfrenta a una fuerte oposición de los republicanos.EFE

 

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