El PRD-DF, partido en el gobierno, lleva dos años entrampado en una guerra interna entre las dos corrientes mayoritarias del partido: Izquierda Democrática Nacional (IDN) y la coalición Nueva Izquierda (NI) y Marcelo Ebrard (MEC). ¿El beneficiado? René Bejarano.

 

Bejarano, líder de la corriente IDN, mantiene al frente del partido a Manuel Oropeza y con ello controla el manejo de las prerrogativas que este año ascendieron a 107 millones 371 mil 301 pesos, casi 30% más de lo que dispusieron de 2009 a 2012.

 

En los últimos tres años, el PRD tuvo una reducción de $30 millones en prerrogativas debido al crecimiento del PT, alentado en 2009 por Andrés Manuel López Obrador para elevar su votación histórica, de 3% a 10%.

 

Actualmente, Bejarano tiene el propósito de retrasar la elección del nuevo presidente del PRD en el DF hasta agosto próximo, después de los 14 procesos electorales que habrá este año en la República.

 

Lo anterior, debido a que los números de las elecciones le podrían dar una mayor fuerza al interior del partido a escala nacional.

 

En tanto, la corriente de Nueva Izquierda, que lidera Jesús Ortega, y de MEC se han reagrupado para relanzar la candidatura de Raúl Flores, leal a Miguel Ángel Mancera, y arrebatarle el control del partido a Bejarano.

 

Una de las principales razones por las cuales pretenden dar el cambio en la dirigencia es que el grupo bejaranista sigue manteniendo el control de la representación legal del partido en el Instituto Electoral del DF, pero ahora se designó como titular a José Luis Santos, ex particular de Martí Batres, dirigente nacional del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

 

Jesús Valencia, jefe delegacional en Iztapalapa y leal a Ebrard, aseguró que se ha abierto un proceso de diálogo para en un gran acuerdo dar la renovación del partido en este mes.

 

No obstante, dijo que en caso de que no se dé ese acuerdo se impulsará la elección de consejo estatal del PRD con la candidatura de Raúl Flores para que sea el nuevo presidente del partido.

 

Valencia es uno de los liderazgos del PRD que agrupa una fuerza de 58 consejeros estatales, de los casi 300 que existen registrados.

 

Al interior del PRD, el proceso de elección de un nuevo dirigente es un asunto del primer orden, pero al mantenerse estancado algunos ya lo toman a broma y se refieren a Oropeza como el presidente vitalicio.

 

Manuel Oropeza debió abandonar su cargo en marzo de 2011, pero al aplazarse la elección y empalmarse la contienda electoral de 2012, sigue al frente del partido.

 

Al respecto, expuso que lo benéfico para el PRD en estos momentos es que se construya un acuerdo de unidad integral porque ese fue el compromiso y la lógica de haber dejado el receso la sesión del consejo estatal a finales del año pasado.

 

En la óptica de Enrique Vargas existe la convicción de que es “urgente” hacer el cambio de la dirección porque Manuel Oropeza ya está en otras tareas.

 

Sin embargo, detalló que la renovación dependerá si se llega a un acuerdo político “terso” con el jefe de Gobierno.

 

Al interior del PRD se considera a Flores como el candidato de Mancera e incluso el mismo mandatario local se ha manifestado a favor de su candidatura.

 

Raúl Flores comentó que su aspiración sigue firme, pero deben acelerare los tiempos de la elección.

 

“Yo que no vivo de la política no puedo ser el eterno candidato. Si se transfiere a agosto yo seguro voy a estar trabajando en otra cosa, nunca he sido creyente de la grilla por la grilla”, dijo. “Todo lo ocupa el tema de la vida precaria e interna de las corrientes”.