Mientras encontramos más y más productos gourmet en tiendas especializadas, como consumidores es muy importante conocer lo que realmente estamos comprando y, sobre todo, leer las etiquetas. Muchas veces, si no conocemos bien los productos, podríamos estar pensando que compramos algo muy exquisito, pero en realidad acabar pagando más de lo que verdaderamente vale. La trufa es uno de esos ingredientes que vemos más y más en los restaurantes, agregándole glamour y precio al platillo en sus distintas presentaciones, pero no siempre lo que brilla es oro. De entrada, no es lo mismo comprar una fresca que utilizar su aceite.