Treinta y tres personas muertas y ningún empresario o funcionario sentenciado por su responsabilidad en esos homicidios, es el saldo que han dejado en el Distrito Federal las tragedias ocurridas en los centros nocturnos Lobohombo y News Divine, ocurridas en 2000 y 2008, respectivamente.

 

Esta semana, luego del incendio en la discoteca KISS, en Brasil, que dejó 233 muertos, el Gobierno del Distrito Federal (GDF) anunció una serie de operativos y verificaciones en centros nocturnos para evitar que casos así sucedan en la ciudad.

 

Pero en realidad, la capital no ha estado exenta de este tipo de incidentes, en los que se combinaron factores comunes como deficientes medidas de protección civil, sobrecupo de los establecimientos, actuación irregularidad de autoridades capitalinas o delegaciones, y acusaciones de homicidio que no llevaron a nadie a la cárcel.

 

Lo anterior, pese a la presión que en su momento hicieron organizaciones no gubernamentales y familiares de las mismas víctimas.

 

Lobohombo; pena caducada

 

El 20 de octubre de 2000, un corto circuito en la discoteca Lobohombo provocó un incendio durante un evento en el que se encontraban reunidas más de 200 personas. La única salida habilitada del lugar fue insuficiente para que los ocupantes desalojaran rápidamente el lugar, y el saldo fue de 22 personas muertas además de 30 lesionados por quemaduras.

 

La Procuraduría capitalina inició entonces una averiguación previa en contra del empresario Alejandro Iglesias Rebollo, dueño del Lobohombo y varios centros nocturnos más, y en los siguientes días interrogó a cerca de 150 empleados del llamado Zar de los Giros Negros.

 

La PGJDF, finalmente, consignó el expediente por homicidio doloso, pero Iglesias Rebollo logró que se le reclasificara el delito por uno no grave, luego de obtener un amparo. El proceso penal se empantanó y el empresario nunca pisó la cárcel por esta averiguación.

 

En 2008, ocho años después de la tragedia, Iglesias fue detenido pero por una denuncia de violencia intrafamiliar, de la que recobró su libertad meses después. El entonces Fiscal de Procesos Oriente de la PGJDF, Pedro García de León Díaz, reconoció que la pena a la que se hubiera hecho acreedor el dueño del Lobohombo, ya había prescrito.

 

La delegada en Cuauhtémoc en el año en que ocurrió la tragedia, Dolores Padierna, no recibió ningún tipo de sanción, pese a que según lo informado en aquel año, conocía de las irregularidades de la discoteca e, incluso, tenía en su poder dictamen sobre la falta de elementos para retardar el fuego en el establecimiento.

 

News Divine, sentencia pendiente

 

El 20 junio de 2008, un fallido operativo policíaco en la discoteca News Divine, en la delegación Gustavo A. Madero, provocó que las decenas de jóvenes que se encontraban en el interior intentaran salir por la única puerta habilitada del establecimiento. Doce personas murieron en total por asfixia.

 

El entonces director de la llamada Unipol, Guillermo Zayas, junto con 35 funcionarios más de la policía capitalina, la PGJDF y la delegación Gustavo A. Madero, fueron consignados, entre otros delitos por homicidio, debido a la negligente actuación en el operativo y en las inspecciones realizadas al establecimiento.

 

Sin embargo, un amparo que reclasificó el homicidio de doloso a culposo le permitió a Zayas y los demás recobrar su libertad. A más de cuatro años y medio del incidente, el juzgado 19 Penal no ha podido resolver una sentencia en el caso, pese a los reclamos de familiares de las víctimas de que se haga justicia.

 

El entonces secretario de Seguridad Pública local, Joel Ortega Cuevas, rindió una declaración ministerial pero a él no se le procesó, aunque tuvo que renunciar al cargo. Actualmente es director del Sistema de Transporte Colectivo Metro.

 

El único sentenciado relacionado con el asunto es el administrador del News Divine, Alfredo Maya Ortiz, pero la pena de 26 años de cárcel que se le impuso no fue por las muertes, sino por corrupción de menores, ya que se vendía alcohol a menores.