La revista francesa “France Football” publica hoy una larga investigación en la que asegura que Catar compró la organización del Mundial de 2022 y en la que, entre otros, implica al argentino Julio Grondona, al paraguayo Nicolás Leoz y al brasileño Ricardo Teixeira.

 

La publicación, que dedica al asunto una veintena de páginas bajo el título de “Qatargate”, también alude a la posible influencia del presidente del Barcelona, Sandro Rosell.

 

Según se desprende de su reportaje, Qatar dedicó enormes cantidades de dinero para comprar los votos necesarios en el seno del Comité Ejecutivo de la FIFA para lograr la organización del Mundial, que consiguió el 2 de diciembre de 2010 con 14 votos, frente a los 8 de Estados Unidos.

 

“France Football” repasa algunos de los elementos que considera que son sospechosos de haber influido en el voto de algunos de los miembros de la FIFA, muchos de ellos basados en la investigación encargada por la propia FIFA a la Comisión de Ética presidida por el estadounidense Michael Garcia.

 

“Entre presunciones de corrupción, compromisos, contradicciones, posibles cambios de las condiciones y una repentina lluvia de ‘gasodólares’, muchas preguntas se plantean sobre la transparencia del voto sorpresa de diciembre de 2010”, indica “France Football”.

 

En el centro del entramado, la revista sitúa al expresidente de la Comisión Asiática de Fútbol Mohamed ben Hammam, apartado posteriormente del fútbol por sospechas de corrupción.

 

En cuanto a Leoz, que la publicación califica de “omnipotente presidente” de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), recibió al emir catarí Hamad bin Khalifa al Thani, presidente de la Federación de su país, para firmar “acuerdos bilaterales” justo después de la atribución del Mundial de 2022.

 

El presidente de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona, está siendo investigado por varios casos en su país, recuerda “France Football”, muchos de ellos vinculados con Catar.

 

Si olvidar que Qatar pagó 7 millones de dólares para disputar en Doha un amistoso entre Argentina y Brasil unos días antes de la votación para atribuir el Mundial de 2022.