Ernesto Zedillo cambió la estrategia trazada para negociar con el Ejército Zapatista en 1995 de una forma “inexplicable”, asegurró el ex secretario de Gobernación y actual presidente de fundación Azteca, Esteban Moctezuma Barragán.

 

En relato en una columna en el periódico El Universal titulada “Renuncia a Gobernación”, el ex funcionario, relata cómo fue su encuentro con el subcomandate Marcos en enero de 1995 y las razones por las que presentó su renuncia al cargo en el sexenio del entonces presidente Ernesto Zedillo.

 

“En el gobierno federal había dos posiciones encontradas: la de quienes querían acabar con el EZLN por la fuerza represiva y rápido, porque afectaba la economía y quienes estábamos convencidos de crear antes, todas las oportunidades serias y viables de negociación”, relata Moctezuma Barragán.

 

Además cuenta cómo fue su encuentro con el subcomandante Marcos el 5 de enero de 1995, un año después del alzamiento del EZLN, al cual acudió solo y sin hacer un anuncio a la prensa.

 

 

“La reunión con Marcos se prolongó por más de tres horas. Se trazó un proceso que llamamos Pasos hacia la Paz en donde ambas partes teníamos la obligación de cumplir con acuerdos específicos. Parte de mi compromiso fue que el ejército se retirara de algunos puntos, como San Andrés Larráinzar y Marcos aceptó un grupo de ciudadanos que intervendrían en una negociación formal y abierta en un par de semanas más”.

 

Después de informarle al presidente Zedillo los resultados de la negociación, asegura, este estuvo totalmente de acuerdo ya que correspondía a la estrategia y plan de acción definidas. E incluso al día siguiente Marcos escribió: Me amenaza el desempleo, lo que significaba que avanzaba rápidamente la posibilidad de un acuerdo de paz.

 

Sin embargo, “inexplicablemente”, dice, el presidente Zedillo tomó una serie de decisiones que rompían totalmente con lo acordado con Marcos, al grado de enviar al ejército a capturarlo con orden de aprehensión en mano. Marcos le envió un nuevo mensaje: “Nos vemos en el infierno”.

 

La situación, de acuerdo al relato del ex secretario, lo obligó a presentarle su renuncia a la secretaría al presidente el 9 de febrero, aunque este no se la aceptó y le pidió reestablecer las condiciones de diálogo para llegar a una negociación.

 

“Acepté encargarme, aunque era una empresa casi imposible, porque lo contrario hubiera sido un baño de sangre indígena. Finalmente se reestableció el diálogo a través de Luis Maldonado, mi subsecretario y la paz se logró con la Cocopa”, concluye.