Los candidatos presidenciales de la República Checa, el artista y compositor Vladimir Franz y el ex primer ministro, Milos Zeman, sostuvieron un debate en Praga a unas horas de la primera vuelta de los comicios.

 

Franz, como publicó 24 HORAS, ha causado revuelo por que tiene muchos tatuajes. Pero ha demostrado que la política va más allá de la piel y con gran respaldo civil, levantó su campaña para ser uno de los candidatos a ocupar la vacante que dejará el presidente Vaclav Klaus en marzo.

 

Dos ex primeros ministros, un socialdemócrata y un independiente, son los que tienen más opciones de convertirse en el nuevo jefe del Estado checo tras el proceso electoral que comienza mañana, una vez cerrada una campaña salpicada de polémicas y de descalificaciones personales.

 

Los principales aspirantes a presidir según las encuestas son Zeman, que lideró durante años el Partido Socialdemócrata (CSSD), y Jan Fischer, un experto en estadística que no tenía experiencia política hasta que en 2009 fue colocado al frente de un Gobierno en medio de una profunda crisis política.

 

Zeman, que tendría un 25% y Fischer, con un 20%, se han alejado al final de la campaña de mensajes políticos y se han embarcado en un cruce de acusaciones personales en las que se han cuestionado mutuamente la limpieza de la financiación de su campaña.

 

También contienden el actual ministro de exteriores, Karel Schwarzenberg; el senador socialista Jiri Dienstbier; y otros cuatro aspirantes a quienes los sondeos apenas dan opciones.

 

Franz, que no tiene experiencia política y se lanzó como candidato independiente es un actor que llama la atención por su cuerpo tatuado, pero ha sumado un gran apoyo ciudadano para un prestigioso cargo previamente asumido por el estimado dramaturgo disidente Vaclav Havel y por Vaclav Klaus, un profesor a quien se le acredita la planeación de la transición económica del comunismo a un libre mercado. (Con información de EFE y AP)