PARÍS. La cadena francesa de tiendas de productos culturales Virgin, con 27 establecimientos en todo el país, va a declararse en suspensión de pagos, lo que puede ser un primer paso antes de quedar bajo administración judicial o derivar en una liquidación.

 

La dirección de Virgin Francia, controlada por el fondo Butler Capital Partners, confirmó hoy la declaración de suspensión de pagos, que se oficializará el próximo lunes ante el comité de empresa.

 

La noticia, adelantada por “France Inter”, llega después de que los empleados (hay un millar en plantilla) llevaran a cabo una serie de movilizaciones por la amenaza de cierre de su tienda más paradigmática, la que se encuentra en los Campos Elíseos de París.

 

El concurso de acreedores que va a abrirse en un contexto de serias dificultades para la compañía, que acumula 22 millones de euros de deudas, no puede pagar a sus acreedores y lleva retraso en el pago de ciertas cotizaciones sociales, así como en el abono de facturas a sus proveedores, lo que ha causado carencias en el aprovisionamiento de algunos puntos de venta, según “France Inter”.

 

Durante 2012, Virgin Francia cerró cuatro de sus tiendas y su facturación se redujo un 34 % a 251 millones de euros.

 

En los últimos meses, la dirección había intentado poner en marcha un nuevo modelo de tiendas más pequeñas, de unos 1.000 metros cuadrados con menos empleados y centrado en la desmaterialización de los productos ofrecidos, con muchos dispositivos digitales.