SANTIAGO DE CHILE. El asesinato del cantautor chileno Víctor Jara ha comenzado a desvelarse cerca de 40 años después de su perpetración, con el procesamiento hoy de un grupo de ex oficiales del Ejército chileno por parte de un juez especial.

 

El juez Miguel Vásquez atribuyó, en parte, a la “falta de colaboración” para explicar la lentitud del proceso antes de poder acumular los suficientes antecedentes para dictar una resolución apuntando a los presuntos responsables del crimen.

 

La muerte de Víctor Jara el 16 de septiembre de 1973, cinco días después del golpe con que el general Augusto Pinochet derribó el gobierno socialista de Salvador Allende, es uno de los casos más emblemáticos de las violaciones a los derechos humanos cometidas en Chile por la dictadura (1973-1990).

 

El poder judicial informó en principio del procesamiento de dos presuntos autores del asesinato y de otros cinco como cómplices del crimen, pero más tarde se sumó otro nombre, por lo que en definitiva los procesados son ocho.

 

Hace un tiempo un equipo del canal privado Chilevisión dio con Barrientos en EU, donde el ex oficial, que según fuentes judiciales sería el famoso oficial apodado el “Príncipe” señalado desde hace tiempo como el autor material del homicidio, negó cualquier implicación en el caso.

 

Los seis procesados como cómplices son Roberto Souper Onfray, Raúl Jofré González, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Hasse Mazzei, Luis Bethke Wulf y Jorge Smith Gumucio, quienes cumplen prisión preventiva en un batallón de la policía militar.

 

Nelson Caucoto, abogado querellante en la causa, consideró “singular” que la mayoría de los implicados hayan participado en el “Tancazo”, del 29 de junio de 1973, cuando se sublevó un regimiento de blindados que rodeó La Moneda con tanques, acción que dejó medio centenar de muertos y culminó con la rendición de los alzados.

 

Víctor Jara, que además de cantautor era un destacado director de Teatro, fue detenido el 12 de septiembre, un día después del golpe de Pinochet, junto a centenares de alumnos, trabajadores y profesores en la Universidad Técnica del Estado (UTE), la actual Universidad de Santiago (USACH), en la que se desempeñaba como docente.

 

Todos fueron llevados al estadio Chile, habilitado como centro de detención, donde Víctor Jara, tras ser reconocido por los militares, fue separado de los demás prisioneros y sometido por varios días a torturas, entre ellas quemaduras con cigarrillos, simulacros de fusilamientos y la fractura de sus manos con golpes de culata.

 

El 16 de septiembre el Estadio Chile fue vaciado de prisioneros, con excepción del cantautor y de Litré Quiroga Carvajal, que fuera director de la Empresa de Ferrocarriles del Estado durante el gobierno de Salvador Allende (1970-1973).

 

Ambos fueron llevados a un subterráneo del recinto y acribillados a tiros.

 

Víctor Jara recibió 44 impactos de bala y tenía numerosos huesos fracturados, según determinó el informe de la autopsia que le fue practicada tras el hallazgo de su cadáver, en la parte posterior de un cementerio situado en el área sur de Santiago, donde también se encontraron los cuerpos de otras tres víctimas.