El gobernador de Morelos, Graco Ramírez, aseguró que no se pelea con el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) y que al contrario, desearía tenerlo como aliado, esto luego de que a las dos de la madrugada el organismo entregó una suspensión provisional en el caso del presunto líder del grupo de sicarios “Los Rojos”, Crisóforo Maldonado Jiménez.

 

“Yo no me peleo con la Judicatura ni con el Poder Judicial por un elemento que no responde a lo que es la función de impartir justicia y de actuar de acuerdo como lo establece las leyes y el estado de derecho”, declaró el mandatario estatal.

 

“Yo creo que la Judicatura debe aclarar cómo es posible que a las dos de la mañana nos entrega la suspensión y pide informes a la Procuraduría y eso permite cuando concede la suspensión provisional”, añadió.

 

En entrevista con Radio Fórmula, Graco Ramírez refirió que basta el amparo que emitióe l CJF para que ni la policía estatal ni el Ministerio Público intervengan en el caso, porque el juez está otorgando de manea “muy ligera”, aunque se resuelva en el fondo su improcedencia, por lo que el daño está hecho.

 

El gobernador de Morelos aseguró además que no existió tortura en contra de Crisóforo, apodado “El Bocinas”, y que tampoco se les impidió a sus familiares el traslado a otro hospital distinto a la clínica estatal del IMSS en la que estaba internado.

 

“Está bajo la potestad del juez que le otorga la suspensión para que él pueda tener la libertad de poder ejercer su posibilidad de ser trasladado o lo que quisiera, nunca estuvo impedido”.

 

Concluyó que sí existía vigilancia en el hospital donde se encontraba el supuesto delincuente, tanto de fuerzas federales como del Ejército Mexicano, pero no pudieron hacer nada por la orden de suspensión “y la responsiva médica que se le otorga es para que se le traslade de urgencia porque no puede ser atendido en el hospital del Seguro Social”.