Instagram, la red social de fotos y propiedad de Facebook recula en sus medidas de seguridad anunciadas este lunes, después de la molestia que ha causado entre los usuarios que incluso ha llegado a otras redes como twitter en la que hay un hashtag #BoycottInstagram.

 

A través de un comunicado en su página de internet “aclara” que las nuevas normas fueron mal redactadas y que no decían lo que ellos querían decir. 

 

De esta manera niega que se vaya a vender las fotos de sus usuarios. “Es nuestro error si el lenguage los confundió”, dice el comunicado.

 

 

 

 

Antes también había tratado de frenar el linchamiento virtual con un mensaje en su cuenta de twitter.

 

 

 

Y es que durante las últimas horas, la molestia entre la comunidad cibernética que hace un par de años ovacionó la aparición y desarrollo de Instagram fue en incremento por un cambio en los términos de uso que permite la venta de miles de millones de fotografías sin crédito para los autores.

 

El cambio lo decidió Facebook, que en septiembre pasado adquirió por mil millones de dólares a Instagram y sus casi 5 mil millones de fotografías archivadas por millones de personas en todo el mundo, y permitirá el uso de las fotos y otros datos de los usuarios para la publicidad que se añadirá a Instagram.

 

La revista Wired, que cubre el mundo de la tecnología cibernética, de inmediato publicó una “guía para el usuario” con los pasos para abandonar Instagram llevándose las fotos, y la revista The Atlantic publicó un artículo en el cual explica por qué es más beneficioso el pago de una “aplicación” en lugar del uso de servicios gratuitos como Instagram.

 

La norma que ha causado furor es (o era) clara. “Usted (el usuario) está de acuerdo con que una empresa de negocios u otra entidad nos pague por el despliegue de su nombre de usuario, imagen, fotos (junto con cualquier metadata relacionado), … sin compensación para usted”.

 

Esto significa, en la descripción de Taylor, que un usuario podría encontrarse, de pronto, con un aviso publicitario en el cual las imágenes son del usuario mismo, su pareja o su hija cuando perdió un diente el mes pasado.