SANTIAGO DE CHILE. Desconocidos irrumpieron en las viviendas de tres reporteros chilenos que investigan violaciones de los derechos humanos bajo la dictadura del general Augusto Pinochet, denunciaron hoy grupos de prensa.

 

Las invasiones de morada han ocurrido en los últimos días. La casa de Mauricio Weibel, corresponsal en Chile de la agencia noticiosa alemana DPA, fue allanada durante el fin de semana. Faltaba una computadora con documentos sobre su investigación, dijo la agencia el lunes.

 

El grupo Reporteros sin Fronteras reportó allanamientos similares en las viviendas de los periodistas Cristóbal Peña, autor del libro “Los fusileros, y del periodista independiente Javier Rebolledo, autor de “La danza de los cuervos”.

 

“Todos los reporteros que están sufriendo este tipo de intimidación son reporteros que han investigado violaciones de los derechos humanos o que han tenido que declarar a causa de nuestras investigaciones”, dijo Weibel el lunes fuera de un tribunal de apelaciones luego de pedir una medida de protección preventiva.

 

Weibel reportó recientemente sobre documentos previamente secretos acerca del papel de los servicios del espionaje militar durante el régimen de Pinochet de 1973-1990.

 

Peña recibió el premio al Nuevo Periodismo por la Fundación del Nuevo Periodismo Iberoamericano de Gabriel García Márquez por su reportaje ”Viaje al fondo de la biblioteca de Pinochet”.

 

Reporteros sin Fronteras dijo que los desconocidos se llevaron un disco duro de Rebolledo que contenía información sobre pesquisas de crímenes de la era de la dictadura. El libro de Rebolledo lidia con violaciones de los derechos humanos por la temida Policía secreta pinochetista.

 

Reporteros sin Fronteras llamó a las autoridades chilenas a investigar rápida y exhaustivamente los casos y proveer protección para los periodistas y sus familias.

 

Weibel dijo que el gobierno proveyó una patrulla policial para su casa, pero pidió que otros periodistas también reciban protección.

 

El año pasado, el gobierno del presidente Sebastián Piñera reconoció oficialmente otras 9 mil 800 víctimas de la dictadura de Pinochet. Ello aumentó la lista oficial de asesinados, torturados y encarcelados durante el régimen a 40 mil 018. El gobierno estima que 3 mil 095 de esas personas fueron asesinadas.