OSLO. La Unión Europea (UE) recibió el Premio Nobel de la Paz 2012 con el compromiso de honrar los valores que le han llevado a obtenerlo y, en estos tiempos de crisis, defender el euro como símbolo de la unidad.

 

“A día de hoy, uno de los símbolos más visibles de nuestra unidad está en las manos de todos. Es el euro, la moneda de la UE”, afirmó el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, quien subrayó que las instituciones “defienden” la divisa comunitaria.

 

Barroso, que cerró el discurso de agradecimiento iniciado por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, dijo que la UE, “con todas sus imperfecciones, es un símbolo y una inspiración para el resto del mundo”.

 

El presidente de Francia, François Hollande, y la canciller de Alemania, Ángela Merkel, protagonizaron el momento más simbólico del acto, ya que de pie recibieron los aplausos del público asistente después de que el presidente del comité noruego del Nobel, Thorbjorn Jagland, destacara la reconciliación franco-germana como semilla de la actual Unión Europea.

 

“La paz no se puede dar por hecha”, advirtió Jagland ante los veintiún jefes de Estado y de Gobierno de la Unión que asistieron a la ceremonia, para añadir que “conviene ganarla todos los días”.

 

El presidente del Consejo Europeo fue el primero en acercarse hasta Jagland para recoger el premio y, según lo acordado entre las instituciones comunitarias, le siguieron los de la Comisión y la Eurocámara, Martin Schulz, quien sostuvo la medalla del Nobel.

 

Van Rompuy y Barroso se repartieron los honores de pronunciar los discursos de agradecimiento.

 

El presidente del Consejo Europeo dijo recibir el premio “con humildad y gratitud” de parte de la UE y señaló que con él se “rinde homenaje a todos los europeos que soñaron un continente en paz consigo mismo”.

 

Van Rompuy, en un emotivo discurso en el que explicó sus recuerdos de la posguerra en Bélgica tras la segunda contienda mundial, llamó a la responsabilidad para que el legado de paz y progreso europeo no se quede en el pasado.

 

“La historia no es una novela con final feliz y la UE sigue siendo responsable de lo que tiene por delante”, afirmó el político belga, en relación a la crisis económica por la que atraviesan los países comunitarios.

 

Tras el acto de entrega del galardón, cuya dotación de 930 mil euros se destinará a proyectos en apoyo a niños víctimas de guerras y conflictos, tuvo lugar un almuerzo presidido por la familia real noruega.

 

Además de Merkel, Hollande y Rajoy, entre otros, participaron en el banquete el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, y el primer ministro italiano, Mario Monti, que escuchó de Van Rompuy elogios por la manera en que ha conducido la crisis en Italia.EFE/Lara Malvesí