Ayer fue un día negro para el Subcomandante Marcos, la última figura mítica en las luchas armadas del México moderno, refugiado en la selva Lacandona en el sur del país, en Chiapas.

 

Al inicio de 1994 Marcos lideró el movimiento desde Chiapas contra el gobierno priista, en ese entonces encabezado por Carlos Salinas de Gortari.

 

Luego de 19 años, el EZLN depuso la armas y los priístas regresan a la Presidencia… y mientras el Subcomandante se mantiene fuera de la escena pública con excepcionales apariciones en los últimos años, su hermana “Paloma” Guillén Vicente figura en el primer círculo del presidente Enrique Peña Nieto, como enlace de asuntos legislativos, y aparentemente quien sería el hijo de ella, Jorge Méndez Guillén, funge como secretario particular del Secretario de Finanzas del Comité Nacional del tricolor.

 

Además de lo íntimo que puede resultar esta fecha, ayer el Subcomandante Marcos vio el regreso de los priistas a Los Pinos tras 12 años, un PRI en el que, aunque “recargado”, figuran muchos de los políticos que también movían los hilos de la política cuando él se levantó en armas con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

 

También, como cada 1 de diciembre en los últimos tres años, Rafael Sebastian Guillén Vicente, recordó a su madre, la señora Mercedes Vicente de Guillén, quien murió en esta fecha del 2009 de un infarto, cuando se encontraba en el aeropuerto Benito Juárez de la capital del País.

 

El mismo día del deceso, Vicente de Guillén fue trasladada a la ciudad de Tampico, de donde son originarios, fue velada y cremada tras un impresionante operativo de seguridad.