La posibilidad de que Enrique Peña Nieto inicie su gestión con un nuevo diseño institucional se tambalea ya que PAN y PRD en el Senado señalan que se tendrá que analizar a fondo la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, sobre todo en lo referente a la desaparición de la Función Pública y el exceso de poder que se le da a la Secretaría de Gobernación.

 

Hoy el pleno del Senado turnará a las comisiones de Gobernación y Asuntos Legislativos la minuta aprobada por los diputados, en la que no se cambió ni una coma a la propuesta del presidente electo Enrique Peña Nieto.

 

En el mejor escenario, las comisiones pueden dictaminarla hoy mismo y mandarla a la sesión el próximo jueves y dispensarle la primera lectura.

 

Sin embargo, los legisladores de PAN y PRD consideran que eso difícilmente sucederá.

 

Ernesto Cordero, líder de los senadores panistas, reconoció que el nuevo gobierno tiene derecho a organizarse como mejor le parezca, pero acotó que se tiene que analizar con mucha responsabilidad y seriedad y no en fast track, como se esperaba.

 

Por su parte, el perredista Armando Ríos Piter señaló que existen muchas dudas en esta iniciativa porque si no se tienen los pesos y contrapesos claros, el fortalecimiento de la Secretaría de Gobernación podría significar un regreso al pasado, sobre todo en lo que se refiere a las funciones de seguridad pública.

 

Otro problema que señalan es cómo quedará la Función Pública porque “todavía tenemos la discusión de la Comisión Anticorrupción que desde nuestro punto de vista requiere un análisis mucho mayor, más contundente y claro en términos de atribuciones no solamente para el combate a la corrupción sino para el desarrollo”.

 

Explicó que mientras este tema no esté definido los perredistas no podrán avalar la modificación a la ley orgánica en esa materia.

 

El priista Enrique Burgos se mostró confiado en que la reforma sea aprobada por el pleno el próximo jueves y consideró que si esto no sucede, no habría mayor problema porque el nuevo gobierno podría empezar con las funciones institucionales actuales y posteriormente hacer las adecuaciones.