A unos días del cierre del gobierno de Felipe Calderón, la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) criticó la labor de esta administración que deja el país con un crecimiento anual promedio de 1.9% y sin haber fortalecido la capacidad para responder a los desafíos de empleo y combate a la pobreza.

 

En su reporte mensual “Radiografía de la economía y la industria mexicana”, la Concamin consideró que en el balance final del gobierno panista, la economía mexicana no pudo romper la tendencia a la baja iniciada en la administración de Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000).

 

“Está por cerrarse un sexenio lleno de claroscuros. (…) Crecemos a un ritmo cada vez menor”, declaró el organismo.

 

En la administración de Zedillo, explicó la confederación, el crecimiento anual promedio de la economía fue de 3.5%, en la de Vicente Fox Quesada (2000-2006) fue de 2.2% anual y en la presente de Felipe Calderón que está por concluir, el ritmo de avance promedio anual bajó a 1.9%.

 

“Siendo una de las primeras 15 economías del mundo, teniendo una importante dotación de recursos naturales, la más amplia red de tratados comerciales y una favorable situación macroeconómica, no logramos revertir el debilitamiento de nuestro avance y no pudimos fortalecer nuestra capacidad para responder a los desafíos de empleo y combate a la pobreza”, criticó.

 

La Concamin advirtió que “es tiempo de reflexionar acerca del futuro que deseamos”, por lo que, en su opinión, el próximo gobierno que formará a partir del 1 de diciembre Enrique Peña Nieto tiene una “delicada e importante tarea por delante”:

 

“Establecer los acuerdos para impulsar la inversión productiva, la modernización de la planta productiva y el fortalecimiento del mercado interno”.

 

“De su capacidad negociadora y poder de convocatoria dependerá el avance del país”, sostuvo la confederación.

 

Francisco Funtanet Mange, presidente del organismo, estimó que la alternancia no fue suficiente para dotar a México de un proyecto de nación que impulsara un crecimiento “estable, acelerado y perdurable”, para reducir la pobreza y los desequilibrios en los niveles de desarrollo en las regiones, los sectores económicos y las empresas.

 

Alertó que el nuevo sexenio comenzará en medio de periodo económico mundial marcado por la incertidumbre que podría dificultar la inversión y el comercio internacional.

 

“No podemos ni debemos apostar por un modelo de desarrollo dependiente de un mercado (el estadunidense), de un sector (el exportador) y de una estrategia (privilegiar la estabilidad macroeconómica olvidando el crecimiento y modernización de las Pymes) cuyos resultados distan de ser satisfactorios”, señaló la Concamin.

 

El organismo urge al próximo gobierno a restablecer el equilibrio entre los diferentes motores del crecimiento del país, revalorar la contribución del mercado interno al desarrollo nacional, así como la aportación de las empresas de menor tamaño a la creación de empleos estables y mejor remunerados.