Integrantes del equipo de transición de Enrique Peña Nieto se reunieron con legisladores de la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados para cabildear la iniciativa de reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, con el objetivo de que sea presentada ante el pleno antes del 1 de diciembre y aprobada a tiempo para que el presidente electo pueda realizar los nombramientos definitivos del gabinete.

 

La iniciativa, entregada la semana pasada a las bancadas del PRI en el Senado y la Cámara de diputados, busca desaparecer las secretarías de Seguridad Pública y la de Función Pública para concentrar sus funciones en la Secretaría de Gobernación, en la de Hacienda y crear la Comisión Nacional Anticorrupción.

 

“Es una reunión previa para el análisis de la iniciativa, para visualizar la estrategia y el trabajo que se va a realizar esta semana que va a ser muy importante para que la siguiente semana ya tengamos trabajado el dictamen y podamos presentarlo ya aquí en el pleno”, explicó el diputado priista, Alejandro Montano.

 

Hoy mismo se comenzará a dictaminar la iniciativa en la Comisión de Gobernación, y según legisladores tricolores, podría presentarse al pleno este jueves.

 

En una reunión a puerta cerrada en San Lázaro, el coordinador jurídico del equipo de transición del priista, Felipe Solís Acero, junto con el vocero, Eduardo Sánchez, expusieron a los diputados de las diferentes fuerzas políticas la propuesta de modificación, la cual crearía entre otras funciones, una gendarmería y un zar de inteligencia para combatir al crimen organizado.

 

Por más de dos horas, los legisladores lanzaron varios cuestionamientos, entre los que destacan los de la izquierda -conformada por PT, Movimiento Ciudadano y PRD- los cuales insistieron en que si estas modificaciones no implicarían un regreso al PRI represivo y autoritario de los 70, lo que Solís Acero rebatió al asegurar que Peña Nieto no trae esa intención ni esa mentalidad.

 

En conferencia, Solís Acero sostuvo que esta iniciativa no es un retroceso. “No hay ninguna vuelta al pasado”, dijo, ya que las circunstancias actuales del país impiden la posibilidad de regresar al autoritarismo. “Hoy en día hay un contexto de exigencia derivado de nuevos perfiles”.

 

Solís agregó que el presidente electo será respetuoso de los tiempos y las decisiones que tome el Congreso de la Unión, en cuanto a la iniciativa, aun cuando tenga la intención de que la reforma quede aprobada antes del 1 de diciembre.

 

El equipo de transición aseguró que la Secretaría de Gobernación no va a ser un órgano de control aunque tendrá a su mando las funciones de la Secretaría de Seguridad Pública.

 

De acuerdo con diputados panistas consultados la bancada de AN considera la propuesta como un retroceso, ya que implica concentrar el poder en las secretarías de Gobernación y Hacienda, además de que significa coartar las libertades que se ganaron a partir del 2000.

 

El PAN discrepa de la propuesta yq que significaría que la Secretaría de Gobernación fungiría como “juez y parte”.

 

La iniciativa será discutida dentro del Grupo Parlamentario del PAN en la reunión previa del día de hoy con el objetivo de fijar postura, ya que si bien existen discrepancias, el albiazul no tiene la intención sea ponerle trabas al gobierno entrante.