Los coordinadores de las bancadas perredista y priista en el Senado, Miguel Barbosa y Emilio Gamboa, presentaron posturas diferentes ante la propuesta del presidente electo, Enrique Peña Nieto, de crear una Comisión Nacional Anticorrupción.

 

Mientras los senadores perredistas consideran que la propuesta no es más que una simulación, el grupo del PRI en esa soberanía convocó a debatir sin prejuicios y a enriquecer la propuesta.

 

El líder senatorial del Partido de la Revolución Democrática (PRD) adelantó que su partido presentará una iniciativa propia que será de carácter integral, para atacar el fondo del problema con un diseño constitucional y legal que garantice independencia y la autonomía respecto al Poder Ejecutivo.

 

Resaltó que el problema de la corrupción en México no se resolverá con acciones superficiales, sino con castigos ejemplares a quien cometa estos actos, sea quien sea dentro de la administración pública.

 

En un comunicado Barbosa Huerta insistió en que el combate a la corrupción no podrá resolverse con propuestas simuladas que ataquen de manera superficial el problema.

 

Son necesarios verdaderos mecanismos de transparencia y rendición de cuentas en todos los ámbitos de la administración pública federal, con las respectivas sanciones para los servidores públicos que incurran en actos ilícitos, indicó el dirigente perredista.

 

Para su partido el combate a la corrupción es una prioridad, añadió, por lo cual busca los mecanismos más efectivos de la rendición de cuentas y sanciones para los servidores que incurran en corrupción.

 

Miguel Barbosa expuso que para el PRD la propuesta de Peña Nieto es tan solo una simulación, pues a su parecer se queda en la superficie del problema y, lo más censurable, mantiene a los titulares de esta comisión al ámbito de influencia del presidente de la República.

 

Tal como está planteada, la independencia y objetividad de los comisionados que integrarían la Comisión Nacional Anticorrupción estaría comprometida, alertó el coordinador de los senadores del partido del sol azteca.

 

Se pretende, abundó, una especie de Secretaría de la Función Pública disfrazada de organismo público autónomo, esquema no muy diferente del actual y que no significa una acción seria y efectiva contra la corrupción.

 

Las facultades del Congreso, en este caso del Senado, estarían muy limitadas porque sólo por una votación de dos tercios los nombramientos podrían ser objetados, añadió.

 

En caso de persistir dichas objeciones, al final el Ejecutivo federal sería el encargado de designar a los comisionados, lo que resulta inaceptable, explicó.

 

De su lado, el coordinador de los senadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) pidió a los otros partidos analizar y debatir sin prejuicios las iniciativas impulsadas por el presidente electo.

 

Gamboa Patrón ofreció que serán bienvenidas las enmiendas y opiniones que pongan sobre la mesa el resto de los grupos legislativos, y les solicitó ver con buenos ojos la reforma constitucional para la creación de la Comisión Nacional Anticorrupción, que ya está en comisiones.

 

El también presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado hizo notar que la corrupción es una enfermedad social, ante la cual todos los actores políticos tienen la obligación de actuar para combatirla con los mejores instrumentos jurídicos y administrativos.

 

“Sólo con la participación de toda la sociedad se logrará contenerla y erradicarla para que el servicio público actúe con transparencia, honestidad y que esto se refleje directamente en la economía de las familias”, concluyó en un comunicado por separado.