LISBOA. La canciller alemana, Angela Merkel, visita hoy a un Portugal dividido entre la admiración del Gobierno conservador y el repudio de la oposición, los sindicatos y la opinión ciudadana en las redes sociales.

 

En vísperas de la tercera huelga general contra la política de austeridad que Portugal ha aplicado con gran rigor, la canciller permanecerá apenas seis horas en Lisboa en una estancia precedida ya de una gran polémica y rodeada de fuertes medidas de seguridad.

 

Merkel se reunirá con el presidente luso, Aníbal Cavaco Silva, y el primer ministro, Pedro Passos Coelho, que ha ensalzado su gran ayuda al país y ha defendido la postura germana ante la crisis económica europea.

 

Pero será difícil que la canciller no perciba las diferentes muestras de descontento ciudadano organizadas durante su estancia.

 

Los indignados lusos fueron los primeros en anunciar la convocatoria de una protesta ciudadana bajo el lema “Merkel no manda aquí”.

 

Organizados ahora en torno al movimiento “Que se lixe a troika” (“Que se fastidie la troika”, en su traducción más educada) los animadores de esa plataforma cívica sin afiliación política definida han llamado a marchar por el centro de Lisboa hasta el Centro Cultural de Belém, donde Merkel asistirá a un fórum empresarial.

 

El mismo grupo ha apelado también a través de las redes sociales, donde se han multiplicado las muestras de repudio y los comentarios hirientes sobre Merkel, a que haya una gran demostración de rechazo y Lisboa se tiña de negro, no como señal de luto, sino de lucha.

 

Al repudio a Merkel, se unió esta semana un grupo de conocidos intelectuales portugueses que criticaron en una carta a la canciller por su actitud en Europa y por entrometerse en la política del país.

 

El realizador António Pedro Vasconcelos, la escritora Alice Vieira, el actor Joao Reis y el historiador Fernando Rosas figuran entre las personalidades que recordaron a Merkel: “Nosotros no te elegimos. Por eso, no te reconocemos el derecho a representarnos y menos aún el de tomar decisiones políticas en nuestro nombre”.

En defensa de Merkel han salido varios políticos conservadores lusos, sobre todo, el propio Passos Coelho, que destacó esta semana el apoyo de la canciller a Portugal y censuró a quienes pretenden “diabolizarla”.

 

“Las políticas de austeridad que han sido implementadas en Europa no son ninguna imposición de la canciller alemana, son el resultado de mucha deuda que fue contraída por los Gobiernos europeos durante muchos años”, subrayó el primer ministro.

 

Además del encuentro empresarial que los críticos de Merkel quieren cercar con su protesta, las actividades de la canciller sólo incluyen las entrevistas con Cavaco y Passos Coelho, según confirmó la embajada alemana en Lisboa. EFE