La Cámara Minera de México (Camimex) rechazó el decreto para establecer una Reserva de la Biósfera en Wirikuta, ubicada en San Luis Potosí, al considerar que viola la Constitución y pone en riesgo la seguridad jurídica de las empresas.

 

“Camimex, en representación de sus afiliados se opone al establecimiento del área natural protegida con el carácter de Reversa de la Biósfera”, informó el organismo en un documento en manos de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer).

 

El 15 de octubre de 2012, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) notificó a través del Diario Oficial de la Federación (DOF) que cuenta con un estudio para expedir el decreto de 191 mil hectáreas como área natural protegida en los municipios potosinos de Catorce, Cedral, Charcas, Matehuala, Venegas, Villa de Guadalupe y Villa de la Paz.

 

Sin embargo, antes deben respetarse las garantías de audiencia y seguridad jurídica de las personas físicas y morales que sean afectadas con la declaratoria del área natural protegida, señala el documento firmado por el presidente de Camimex, Humberto Olvera.

 

“El procedimiento para el establecimiento de dicha área natural protegida es contrario a la ley y violatorio de las garantías de audiencia y seguridad jurídica consagradas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”, advirtió la Cámara.

 

El pasado 24 de mayo de este año, la empresa canadiense First Majestic Silver cedió al gobierno federal 761 hectáreas de las concesiones mineras que posee dentro de la reserva de Wirikuta, en donde se ubican dos importantes centros ceremoniales de los huicholes. Sin embargo, el proyecto en la veta Santa Ana continúa su marcha, pero dentro de un área acotada.

 

Ese día, Juan Carlos Gutiérrez, representante de la empresa canadiense, entregó a las autoridades los documentos que anulan cualquier trabajo cercano a los cerros Grande y El Quemado.

 

“La mina sigue, el proyecto sigue caminando. Allí lo que hacemos es garantizar que no se van a acercar a los centros ceremoniales (…). De Cerro Grande se eliminan todos los trabajos y Minera Real Bonanza (su socia mexicana) se compromete a no tocar esa zona, es una zona que se está cediendo para garantizar la preservación de los sitios sagrados”, explicaba Gutiérrez.

 

“Previo a la declaratoria de la Reserva de la Biósfera en Wirikuta debe considerarse la realidad económica-social-cultural-ambiental de la zona, así como su vocación minera, que por siglos ha sido fuente de desarrollo y ha contribuido al aprovechamiento sustentable de los recursos naturales”, expone la Cámara Minera.

 

Agrega que la declaratoria del área natural protegida debe cumplir con los objetivos de sustentabilidad señalados en la ley, que permitan un equilibrio entre las acciones de protección ambiental y las actividades productivas.

 

“Aún no se había concluido el plazo de consulta del estudio, por el cual se justificaría el establecimiento del área natural protegida y la manifestación del impacto regulatorio. Lo anterior evidentemente es contrario al espíritu de la ley y podría considerarse como una señal de que no se pretende considerar la opinión de las personas físicas o morales que se pudiesen verse afectadas o involucradas”, añade.