PUERTO VALLARTA. La deuda de los estados ha crecido vertiginosamente desde 2009 y en algunas entidades federativas ya es preocupante, consideró el titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), Juan Manuel Portal Martínez.

 

Al participar aquí en el último día de trabajos de la 89 Asamblea-Convención Nacional del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), precisó que a nivel país, la deuda de México está bien controlada y es una de las más bajas del mundo, pero a nivel interno sí debe preocupar, dado el alto crecimiento que ha tenido en algunas entidades federativas.

 

“El nivel de deuda de nuestro país todavía no es tan preocupante como ocurre con otros países, internamente nos debe de preocupar porque ha tenido un crecimiento en los últimos años”, añadió.

 

Ante este comportamiento, comentó que desde 2011 la ASF ha hecho una evaluación de la evolución y niveles de la deuda estatal “que sí ya nos preocupa”, y por ello elaboró un informe sobre el estado que guardad la deuda a nivel nacional.

 

Señaló que existe la intención de fortalecer a la ASF para que pueda llevar a cabo análisis, estudios o evaluaciones sobre el comportamiento de ciertas áreas de la administración pública, entre ellas la deuda, a fin de que periódicamente de a conocer los resultados de estas evaluaciones con la intención de que pueda emitir recomendaciones.

 

Portal Martínez destacó que las reformas a la Ley General de Contabilidad Gubernamental recién aprobada por el Congreso de la Unión generan controles que reducen los riegos de que los gobiernos estatales cuenten con incentivos para ocultar información con fines políticos o electorales.

 

Consideró que como parte de una estrategia ante el alto endeudamiento en las entidades federativas, debería haber un acuerdo para que los gobiernos locales acepten disposiciones que ayuden a controlar los riesgos de crecimiento de la deuda, lo que implicaría modificaciones legislativas o constitucionales.

 

Asimismo, sugirió el titular de la ASF, podría hacer indicadores para evitar que la deuda de los gobiernos subnacionales no rebase ciertos porcentajes de los niveles de recaudación o de los ingresos propios.