PACHUCA. Juan Leyva Mendívil, coordinador general del Congreso Agrario Permanente (CAP), alertó sobre el grave riesgo que enfrenta la soberanía alimentaria con las crecientes importaciones de alimentos, que se ubican en 42%.

 

Asimismo, por la población rural ante los grupos del crimen organizado, que imponen cuotas o alientan la siembra de cultivos ilegales.

 

Al término de la inauguración del Consejo Nacional del CAP, el dirigente campesino aseguró que a 20 años de haberse modificado el artículo 27 constitucional y de aplicarse el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ninguno de los dos esquemas dio los resultados ofrecidos por el gobierno federal.

 

En este mismo periodo, dijo, se aumentó la importación de maíz en 50% del consumo; 95% en soya; 57% en trigo; 50% en carne, y 30% en frijol, mientras que México se ubicó en el primer lugar en el mundo como país importador de leche en polvo.

 

A juicio de Leyva Mendívil, el modelo de política agropecuaria que se aplicó en México en estas dos décadas debilitó la estructura productiva del agro nacional “y se orientó a beneficiar a un pequeño grupo de grandes empresarios del campo y al sector de intermediarios y comercializadores”.

 

Por ello, advirtió el dirigente, “de no enmendar este punto, existe el riesgo real de un mayor empobrecimiento y de empujar a muchos campesinos a abandonar el campo y emigrar a las ciudades que no están preparadas para recibirlos, o intentar llegar a Estados Unidos, que en este momento tiene un inhumano programa antinmigrante”.

 

Consideró que con la llegada de una nueva administración federal, el Congreso Agrario Permanente propone una nueva política para el campo de auténtica justicia, equidad y transparencia en la aplicación de los programas dirigidos al sector.

 

“De manera urgente, el CAP le proponemos al gobierno de Enrique Peña Nieto efectuar un plan emergente para la producción de maíz, frijol, azúcar y leche, y en general de los productos básicos y estratégicos que el país necesita para garantizar la soberanía alimentaria manteniendo los apoyos necesarios como es el Procampo”, expuso.

 

Igualmente, planteó la instrumentación de programas de apoyos para la formación del mayor número posible de pequeñas empresas rurales en manos de los productores, hacer real la Pyme rural, con lo cual se propicie el apropiamiento de los campesinos y pequeños productores de todos los eslabones de los procesos productivos agropecuarios.

 

El compromiso del CAP, adelantó, es elaborar la propuesta de nuevas políticas públicas y programas para el campo, la conformación de un Programa Especial Concurrente del presupuesto de egresos 2013, simplificación de reglas de operación y la firma de un nuevo Pacto para el Campo.