MIAMI. El huracán Sandy, que ya dejó 21 muertos en Cuba, Haití y Jamaica en su paso por el Caribe, azotaba hoy Las Bahamas con vientos de 130 kilómetros por hora, mientras la costa de Estados Unidos está bajo alerta ante un eventual impacto directo.

 

Esta mañana el ojo del huracán se localizaba a 25 kilómetros al este-sureste de Isla Gran Abaco, a 789 kilómetros al sur-sureste de Charleston, Carolina del Norte y se desplazaba a 20 kilómetros al noreste, informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH).

 

La alerta para la costa estadunidense se extiende en una amplia franja desde el sur de Florida hacia el norte hasta los Outer Banks, Carolina del Norte.

 

Los meteorólogos independientes alertaron que Sandy impactará entre Virginia y Nueva Inglaterra el martes próximo.

 

“Es muy temprano para decir qué impactos podrían presentarse en el noreste (de Estados Unidos) por el momento no hay advertencias o avisos para esa zona”, dijo a Notimex, Dennis Feltgen meteorólogo del CNH, con sede en Miami.

 

Se estima que unos 50 millones de personas viven en la zona del posible impacto entre el atlántico medio y el noreste estadunidense.

 

Sandy es ya uno de los más devastadores huracanes de la presente temporada.

 

La noche del jueves el gobierno de Cuba informó de la muerte de 11 personas. De ellas nueve residentes en Santiago de Cuba y dos en Guantánamo. Entre los fallecidos un bebé de cuatro meses, cuatro hombres y seis mujeres.

 

El huracán azotó el jueves a la isla caribeña como huracán categoría dos y vientos de 175 kilómetros por hora, dejando una estela de destrucción a su paso, en especial en las provincias de Santiago de Cuba y Holguín.

 

El presidente cubano Raúl Castro ordenó una sesión urgente del Consejo Nacional de Defensa para evaluar daños y organizar el envío de ayuda a los damnificados.

 

En Haití, Joseph Edgard Celestin, vocero de protección civil, informó que el número de muertes por el meteoro era de nueve, incluidas tres personas que intentaban cruzar un río en el suroeste del país.

 

Funcionarios reportaron severas inundaciones a través del país, en donde cerca de 370 mil personas todavía se encuentran damnificadas por el terremoto de 2010. Más de mil personas fueron evacuadas de albergues ante la llegada de la tormenta, según datos oficiales.

 

Otro anciano falleció en Jamaica cuando una roca cayó sobre su casa de madera, informó la policía.

 

En Florida, funcionarios dijeron que no esperaban inundaciones, pero advirtieron a los residentes prepararse para una tormenta y tomar las medidas de prevención necesarias ante la posibilidad de cortes de energía.