LA HABANA.  Cuba normalizará la “entrada temporal” en la isla de los emigrados que considera “ilegales”, incluidos médicos y deportistas que desertaron o abandonaron el país en los años noventa, dentro de la actualización de la reforma migratoria que entrará en vigor en enero de 2013.

 

El secretario de Consejo de Estado de Cuba, Homero Acosta, anunció en la noche del miércoles nuevas medidas relacionadas con los emigrantes, una noticia que los medios oficiales recogen hoy pero que ha quedado eclipsada por el paso del huracán “Sandy” por el este del país.

 

De forma adicional a la reforma migratoria divulgada hace unos días, el Gobierno de Cuba permitirá las visitas de quienes emigraron ilegalmente pero después de los acuerdos de La Habana y Estados Unidos de 1994 -cuando Washington se comprometió a conceder al menos 20.000 visas anuales a cubanos- y si hace más de ocho años de su abandono del país.

 

Por razones de defensa y seguridad nacional, no se podrán acoger a esa medida quienes salieron de la isla a través de la Base Naval de Guantánamo.

 

La nueva legislación migratoria de la isla entrará en vigor a partir del 14 de enero de 2013 y, entre otras medidas muy esperadas por la población, suprime los llamados “permisos de salida” y la conocida como “carta de invitación”.

 

De este modo, los cubanos residentes en la isla podrán viajar sólo con su pasaporte corriente actualizado, cuya concesión sin embargo las autoridades pueden denegar por razones de “interés público”, o de “defensa y seguridad nacional”.

 

La reforma migratoria mantiene limitaciones para los viajes al exterior de cuadros directivos, profesionales de la salud o la educación y atletas que sean “vitales” para el país, con el objetivo de defenderse del “robo de cerebros”