En la promoción de la cultura deben participar todos, el gobierno, la iniciativa privada y la sociedad civil, aseguró la coordinadora de ese apartado en el equipo de transición del presidente electo, María Cristina García Cepeda.

 

Directora del Auditorio Nacional desde el año 2000, la promotora cultural es la más reciente integrante del equipo de Enrique Peña Nieto y señala en entrevista que su tarea será fortalecer las libertades y derechos de los artistas, para que se escuchen todas las voces independientemente de ideologías y posturas partidistas.

 

El primer paso en su labor será recibir información de cada una de las instancias del sector cultural, básicamente la administrativa, con el afán de conocer objetivamente la realidad de las instituciones del gobierno federal, sus fortalezas, sus debilidades.

 

“Llevo 35 años en la cultura, conozco bien las instituciones, pero hay cuestiones muy específicas. Lo primero será acercarme a cada uno de los titulares, primero, desde luego con la presidenta de Conaculta, porque las indicaciones que tengo del presidente electo Peña Nieto es que sea una transición eficiente, ágil, que garantice la continuidad de todos los programas. Otro de los propósitos es buscar puntos de convergencia de las diversas opiniones tanto de la comunidad artística y cultural, como de los grupos, las asociaciones, todos los ciudadanos involucrados en el quehacer cultural, con el fin de darle cabida a todos”.

 

García Cepeda tiene una larga trayectoria en la gestión y promoción cultural, ya que antes de dirigir el Auditorio Nacional ocupó la segunda posición en importancia, la secretaría técnica, en el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, de 1992 a 2000. Durante su periodo en el centro de espectáculos, éste fue reconocido como el número uno entre los 100 teatros más importantes del mundo.

 

De esa experiencia se desprende su convicción de que la iniciativa privada debe participar más en la promoción y difusión de a cultura.

 

“El Auditorio Nacional es una experiencia tangible de lo que es trabajar de manera tripartita, este es un fideicomiso en el que participa el gobierno federal, el local, la iniciativa privada y hemos logrado que sea una institución autosuficiente y autofinanciable, no tiene recursos públicos y sin embargo ocupa los primeros lugares en el mundo. Estoy convencida que se tienen que escuchar todas, las voces, todas las expresiones, más allá de ideologías, de posturas partidistas, la cultura es la más grande fortaleza que tiene nuestro país”.

 

Hace unos días, Peña Nieto se entrevistó con ella para invitarla al equipo y su instrucción fue elaborar un diagnóstico para establecer las prioridades que tendrá el próximo gobierno en materia de cultura.

 

Conocedora de la situación y del entorno del Conaculta, que en 2012 recibió el mayor presupuesto de su historia, con 15 mil millones de pesos, señala que el proyecto de política pública para el próximo sexenio debe crear un vínculo muy estrecho entre el desarrollo tecnológico y el desarrollo cultural.

 

“¿Qué tenemos qué hacer y qué se tiene que pugnar? Que los beneficios del arte y la cultura lleguen al mayor número de mexicanos y estoy convencida que quien no entienda que en el siglo XXI la promoción y difusión cultural es a través del uso de las nuevas tecnologías, no está entendiendo el siglo XXI, considero que hay que enfatizar en los programas culturales, en la preservación del patrimonio artístico y cultural y desde luego el impulso a la creación artística y cultural y eso es una de las prioridades del presidente electo”.

 

García Cepeda niega que su experiencia en el sector la haga la candidata más firme a ocupar la presidencia de Conaculta y señala “con toda la sinceridad” que está dedicada, de tiempo completo, a lograr una transición en cultura en condiciones de eficiencia, agilidad y que garantice la continuidad de los programas, pero ese trabajo, asegura, es sólo para los dos meses siguientes.