COBERTURA CRIMEN MOREIRA

En el asesinato del hijo del ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, se siguen todas las líneas de investigación; una de ellas, la posible le venganza del líder de Los Zetas en la región, Miguel Treviño Morales, conocido como el Z-40.

 

El procurador, Homero Ramos Gloria, no puede descartar ninguna hipótesis, tras la ejecución de José Eduardo Moreira Rodríguez, dentro de la averiguación previa A51009/2012.

 

La camioneta propiedad del hijo del ex dirigente nacional del PRI fue encontrada a cinco kilómetros de Ciudad Acuña, sin ningún impacto de bala. Apenas hace unos meses le quitaron el vehículo blindado en el cual se transportaba y también a su escolta.

 

El procurador no quiso responder cuando se le cuestionó si el asesinato del sobrino del Z40, abatido el martes pasado por la policía de elite, Grupo de Armas y Tácticas Especiales (GATES), sería el motivo del crimen del sobrino del gobernador. Aunque fuentes del gobierno estatal comentaron sobre la posible existencia de un mensaje dejado en el cadáver y firmado por el capo.

 

Ni siquiera las autoridades estatales quisieron mencionar los nombres de los cuatro presuntos delincuentes abatidos en la balacera que se registró ese martes en Piedras Negras, sólo hasta la tarde comenzaron a señalar, off the récord, que se trataba de Alejandro Treviño Chávez, el hijo de Juan Francisco Treviño Morales, quien está preso en Estados Unidos, por el delitos relacionados con tráfico de droga.

 

Justo esa hipótesis fue la que comentaron a 24 HORAS autoridades estatales, la noche del pasado miércoles tras ocurrir el asesinato del sobrino del mandatario priista Rubén Moreira, que había sido una reacción de ese presunto capo del narcotráfico.

 

Amenazas previas

 

De acuerdo con las declaraciones del dirigente de la sección 38 del sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Carlos Moreira, hermano del ex gobernador Humberto Moreira, había antecedentes de amenazas contra el mandatario priista, algunas de ellas aparecieron en mantas, en las que presuntos delincuentes advertían que “iban por un Moreira”.

 

Otro elemento es que el cadáver de José Eduardo tenía un mensaje presuntamente firmado por “Z40”. Sin embargo, las autoridades estatales de seguridad no han revelado cuál fue el mensaje escrito en la cartulina que apareció en el sitio donde dejaron el cuerpo del joven de 26 años.

 

Mientras tanto, ayer en los municipios más violentos de esa entidad: Torreón, Piedras Negras y Saltillo, se vivió una calma chicha.

 

El único incidente de violencia ocurrió durante la noche del pasado miércoles, cuando fue incendiada una gasolinera en Torreón, ubicada en avenida Vasconcelos y Boulevard Revolución. El ataque fue con bombas molotov y sólo causó daños materiales en las bombas despachadoras.

 

Limitado apoyo federal

 

Ayer poco antes de mediodía empezaron a llegar funcionarios del gabinete de seguridad federal, el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré; la subprocuradora de la Procuraduría General de la República (PGR), Victoria Pacheco; la comisaria de la Policía Federal, Maribel Cervantes Guerrero, así como personal de la Secretaría de Marina y de la Defensa Nacional.

 

La reunión inició al mediodía y hasta las nueve y media de la noche continuaba, aunque se realizó en dos etapas, la primera en la oficina del gobernador y la segunda en un lugar que no se reveló, pero donde se instaló un cerco de seguridad, de acuerdo con funcionarios estatales.

 

El personal que llegó para blindar a Ciudad Acuña, entre 500 marinos y entre 80 policías federales y militares, apoyados por dos helicópteros que todo el día realizaron patrullajes aéreos.

 

También la PGR envió a 20 elementos entre agentes y peritos, además de iniciar un acta circunstanciada, a pesar de que ayer, durante su gira, el presidente Felipe Calderón sostuvo que enviaría todo el apoyo de la Federación para esclarecer ese homicidio.

 

Por su parte, las autoridades estatales, un equipo de la Policía de Investigación se traslado a Ciudad Acuña, para indagar el homicidio, realizar interrogatorios y reconstruir el ataque.