NUEVA YORK. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, animó a la comunidad internacional a actuar para detener la crisis en Siria y aseguró que poner fin a los abusos de los derechos humanos que tanto el Gobierno como la oposición cometen en el país es “el deber de nuestra generación”.

 

Al colocar los reflectores sobre Siria, el jefe de la ONU dijo: “la comunidad internacional no debería hacerse de la vista gorda a medida que la violencia crece y sale de control”. “Es el deber de nuestra generación el acabar con la impunidad de los crímenes internacionales, en Siria y en cualquier parte”, dijo Ban ante los líderes mundiales en su intervención en la apertura de los debates públicos del 67 periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

 

El máximo responsable de la ONU lamentó que “la situación en Siria empeore cada día” y lanzó su enésima llamada a la acción de los miembros del Consejo de Seguridad ante “una calamidad regional con ramificaciones mundiales”, que es “una grave y creciente amenaza a la paz y la seguridad internacionales”.

 

“Pido a la comunidad internacional y especialmente a los miembros del Consejo de Seguridad y los países de la región que apoyen de forma concreta y sólida los esfuerzos del representante especial Lajdar Brahimi”, subrayó Ban sobre el mediador internacional.

 

El secretario general, quien alertó del impacto humanitario de la crisis dentro y fuera de Siria, pidió de nuevo que se detenga la violencia y que se ponga fin al suministro de armas tanto al régimen de Bachar al Asad como a la oposición, para que “se ponga en marcha una transición liderada por los sirios tan pronto como sea posible”.

 

“La comunidad internacional no debería mirar hacia otro lado mientras la espiral de violencia se sale de control”, aseveró Ban, quien denunció que “se continúan cometiendo brutales abusos contra los derechos humanos, principalmente por parte del Gobierno, pero también por grupos de la oposición”.

 

Durante su discurso ante la Asamblea, Ban dedicó un espacio fundamental a Oriente Medio y volvió a defender el derecho de los palestinos a “tener un Estado viable propio”, pero también el de Israel a “vivir en paz y seguridad, libre de amenazas y cohetes”.

 

El secretario general de la ONU también se refirió a las tensiones entre Israel e Irán, y condenó “el lenguaje de deslegitimación y amenazas de una posible acción militar”, un ataque que sería “devastador”, por lo que pidió a los líderes que usen “sus voces para rebajar las tensiones en vez de aumentar la volatilidad del momento”.

 

El diplomático, quien en su discurso mostró su “grave preocupación” ante las situaciones en Afganistán, la República Democrática del Congo, el Sahel y Sudán y Sudán del Sur, también se refirió a las olas de protestas en el mundo árabe por las mofas a Mahoma. EFE y AP