El alza de precio de cuatro productos agropecuarios golpea el bolsillo de los mexicanos y ya levantó una preocupación en el Banco de México (Banxico), a pesar de que ha señalado que el repunte inflacionario de los últimos meses es transitorio y no tendrá efecto en el mediano plazo.

 

“Las presiones inflacionarias se han dado en gran medida por factores transitorios, pero nos vamos a fijar si pueden o no tener consecuencias de segundo orden dentro del proceso de formación de precios de la economía, es decir, que pasen a ser un problema de pocos precios a uno más generalizado”, dijo Agustín Carstens, gobernador del banco central.

 

La inflación del mes de agosto cerró en 4.57%, pero es un nivel que está afuera del rango que en los últimos años ha determinado el instituto central que es de 3%, dijo ex titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) durante su participación en la 13 conferencia anual “México y la nueva realidad global”, que fue organizada por la agencia de calificación Moody’s.

 

El alza de precios se originó por un incremento al huevo, que aumentó 11.04% en agosto debido al desabasto y especulación generada por la muerte de 22 millones 300 mil gallinas por la gripe aviar.

 

Según el encargado del instituto central, el incremento en el costo de las tortillas, el frijol, la carne de res y huevo en las últimas semana explican 0.60% de la inflación registrada en este momento.

 

Ha aumentado el precio de esos alimentos, debido a la fuerte sequía en Estados Unidos que dañó la producción de maíz amarillo, y ha provocado un alza en su precio, así como el brote de gripe aviar registrado en los Altos de Jalisco.

 

El responsable de la política monetaria definió que la inflación se da cuando existe un aumento generalizado en los precios, pero en este momento no se ve ese fenómeno, pues está concentrado en cuatro productos básicos.

 

Recordó que en el último anuncio de política monetaria del banco central se hizo una consideración de que las presiones inflacionarias estaban recrudeciéndose por la volatilidad del costo de esos alimentos agropecuarios.

 

“Banco de México vigilará muy de cerca ese factor para que no contaminen el proceso de fijación de precios de otros productos en el país”, explicó.

 

“Si vemos que eso sucede, dado que nuestro mandato prioritario es mantener la inflación baja y estable se tendrá que usar los instrumentos de política monetaria para que no se vea un alza generada de precios”, mencionó.

 

Carstens mencionó que el alza de esos alimentos es una problemática que no se resuelve a través de una política monetaria dictada desde Banxico, sino a través de políticas que atiendan estos problema, afortunadamente las lluvias ayudarán.

 

Añadió que los analistas y el mercado consideran que este nivel de inflación es transitorio, por lo cual no han modificado sus perspectiva y pronostican en 2013 una inflación que estará en un rango de entre 3.6% y 3.7%.

 

“El tipo de cambio ha tenido un efecto en el nivel de la inflación, pero ha sido un factor limitado y en las últimas semanas hemos visto una apreciación del peso.

 

“La estabilidad macroeconómica y la buena dinámica que registra el país se pueden sostener, en un par de años, se habrá reflejado en una tasa de crecimiento más alta, y si se hacen las reformas que promuevan una mayor competencia, la expansión de la economía mexicana será más alta”.

 

La mesa está puesta desde el punto de vista macroeconómico para que con medidas estructurales se potencie el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) y así crecer a tasas de 6% o incluso más altas, comentó el gobernador de Banxico.

 

Agregó que es alentador que tanto la administración saliente de Felipe Calderón como la entrante de Enrique Peña Nieto hagan un esfuerzo para llegar a las reformas estructurales que necesita la nación.