El presunto fraude por 299 millones contra el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado por el que se responsabiliza a su ex director, Jesús Villalobos, fue descubierto casi por casualidad, ya que al investigar una denuncia, un funcionario de la institución señaló que el sistema para hacer inventarios por el que se pagó esa cantidad nunca funcionó.

 

En el expediente PAR 729-2012 se asienta que a raíz de la denuncia porque el ISSSTE pagó 299 millones 868 mil 500 de pesos a la empresa Ingeniería Costos y Servicios SA de CV cuando Villalobos era su director de Finanzas, se citó al subdirector de Contaduría del ISSSTE para rendir testimonio sobre el funcionamiento del Servicio integral de identificación, ubicación, control y avalúo del activo fijo en los centros de trabajo y unidades administrativas del ISSSTE (Sictafi).

 

El servidor público señaló que la subdirección de Contaduría nunca recibió solicitudes para procesar los datos del Sictafi; en la comparecencia se descubrió que la información supuestamente recabada por la empresa encargada de hacer el inventario ni siquiera se entregó.

 

Como parte del contrato, el ISSSTE entregó a la empresa contratista 189 equipos lectores de mano (PDA) en los que debería cargarse información como la dirección de los edificios, los bienes que contuviera el edificio, las adquisiciones, la capacidad de los bienes y las fotografías de los bienes e inmuebles, entre otras.

 

Sin embargo, sólo 24% de los equipos (45 aparatos), contaba con al software necesario para almacenar la información necesaria para levantar el inventario “siendo que los 144 restantes no contenían ningún tipo de archivo o información cargada, luego entonces no es posible sostener que efectivamente se hubiera llevado a cabo el levantamiento de inventario contratado”.

 

El informe sobre la investigación indica que el subdirector de Contaduría puso en evidencia la ineficacia del sistema Sictafi: “Lo que resulta importante, pues de haberse llevado a cabo los trabajos solicitados a la empresa Ingeniería Costos y Servicios SA de CV se hubiera contado con la información fidedigna que consolidara al referido sistema como la herramienta útil y eficaz que permitiera conocer las cifras reales y actuales de los bienes e inmuebles propiedad del ISSSTE”.

 

El órgano Interno de Control del ISSSTE no sólo responsabiliza a Villalobos por no supervisar que el contrato se cumpliera de acuerdo con lo pactado, sino también por no ajustarse a los criterios de legalidad, honestidad, eficacia, eficiencia, racionalidad, austeridad y transparencia, ya que en dos oficios emitidos en marzo de 2009 autorizó un aumento presupuestal por 310 millones de pesos para pagar el contrato por el Sictafi, aunque no se preocupó porque este servicio se otorgara.

 

Aunque el expediente señala que la subdirectora de Finanzas del ISSSTE, Rosario de León García, también colaboradora de Villalobos en su actual encargo en Pronósticos Deportivos, remitió varios oficios para que se cubrieran cuatro pagos a la empresa contratista omitiendo que no habían hecho el trabajo, la investigación no le imputa responsabilidades sino que todo apunta contra su jefe, quien después de la dirección de Finanzas pasó a ocupar la dirección general del ISSSTE.