En el equipo de transición que presentó ayer Enrique Peña Nieto hay algunos perfiles que no concuerdan con la coordinación que se les asignó. La cercanía con el presidente electo es la razón principal.

 

El primero de los tres casos más emblemáticos es el vicecoordinador de Seguridad y Justicia del equipo de transición, Jorge Carlos Ramírez Marín. Él es licenciado en Derecho y tiene un diplomado en Derecho Parlamentario, ha hecho carrera en el ámbito parlamentario y de partido, además de que fue administrador jurídico del SAT.

 

La encomienda que se les dio en el equipo es una de las tareas más delicadas y de los puntos más álgidos en la transición, por lo que, más que su conocimiento sobre el tema, Peña privilegió la cercanía que tienen.

 

El segundo caso es el de Alfonso Navarrete Prida -abogado, ex subprocurador federal, ex procurador del Estado de México, ex director general jurídico en la Secretaría de Salud-. Será el encargado de la coordinación del Trabajo en el equipo de transición.

 

Según comentan los priistas, tiene esta encomienda porque la Ley Laboral, que es una de las prioridades del presidente electo, podría aprobarse en el primer periodo de sesiones de la LXII Legislatura.

 

Otro de los hombres más cercanos en el equipo es Aurelio Nuño. Licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública, tiene una maestría en Estudios Latinoamericanos y ha tenido una carrera de asesoría en el Legislativo en los temas de planeación estratégica, presupuesto y cuenta pública.

 

Nuño Mayer es el coordinador de Educación en el grupo de Peña, que es otra de las grandes prioridades para el presidente electo, y es donde se encuentra uno de los sindicatos más fuertes para la reforma educativa.

 

Aunque los priistas aseguran que en los temas difíciles Peña Nieto puso a personas cercanas a él, aunque no tuvieron experiencia en el tema, hay otros que tampoco han sido de su círculo y que tienen encargos totalmente dispares con lo que señalan sus perfiles.

 

Por ejemplo, Cuauhtémoc Ochoa, coordinador de Energía. Es ingeniero civil, trabajó en empresas de maquinaria ligera de construcción y fue presidente del Comité Directivo Estatal del PVEM en Hidalgo.

 

En situación similar está el coordinador de Vivienda, el abogado Alejandro Murat, hijo del ex gobernador de Oaxaca, y quien tejió una excelente relación con Peña Nieto. Es maestro en Derecho y en Relaciones Internacionales, Concentración, Finanzas, Banca y Unión Europea y ha sido director del Sistema de RTC Mexiquense. Es notario público.

 

Ernesto Lucas Hopkins, coordinador del Deporte, tiene carrera legislativa y fue secretario de seguridad pública en Sonora.

 

Rodrigo Reina Liceaga fue designado por Peña Nieto como coordinador de Salud, y su única cercanía con el tema, de acuerdo con su currículum de la Cámara de Diputados, es un diplomado que tomó en administración clínico-hospitalaria.

 

Además de pertenecer a la LXI Legislatura, ha sido director general de Enlaces Digitales de Emergencia y de Esfuerzos Conjuntos por México.