De acuerdo con La gallina de los huevos de oro, de Félix García Samaniego,  primero viene la bonanza y la riqueza, junto con todos los goces que esto pueda significar. Posteriormente, por la ambición, se pierde todo, en una carrera acelerada por tener más y más rápido. En una especie de apuesta y especulación.

 

En el caso del violento aumento en los precios de los alimentos en México, primero fue la sequía y la gripe aviar. Luego el conocimiento de sus consecuencias y finalmente, corrieron las apuestas.

 

Al cierre de esta edición los huevos eran una disputa entre autoridades, empresarios y consumidores que esperaban hasta dos horas formados para llevarse un “estrellado” a la boca.

 

El precio del huevo sufrió una abrupta alza en agosto del 2012, llegando a 40 pesos el kilogramo en la Ciudad de México. En otros estados de la República mexicana su costo llegó hasta 50 pesos, debido a la poca disponibilidad de este producto en mercados y centrales de abasto.

 

En los supermercados del Distrito Federal, comenzaron a verse anaqueles vacíos, no había huevo. Y en caso de que hubiera, las cadenas de tiendas recomendaban a los clientes no llevar más de dos kilos del producto, para evitar la especulación y el desabasto.

 

La sola idea de que no haya huevo en el país hace de esto una crisis. A pesar de que existen diversos alimentos en la canasta básica que pueden sustituir su nivel de proteínas (como el arroz con frijoles que recomendó la Secretaría de Economía, o el atún con verduras de la Profeco), su compra y consumo se deben más bien a un asunto de precio.

 

Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del Distrito Federal, entró a la “guerra de los huevos”. Salió a las calles para dar el banderazo de salida a camiones que distribuirían 15 toneladas del producto en colonias populares de la capital a 20 pesos el kilogramo.

 

Por un par

En junio pasado fue detectado un brote de virus H7N3 en 41 granjas de Los Altos, Jalisco. Para evitar la diseminación del virus fueron sacrificadas 11 millones gallinas ponedoras de huevo.

 

En cuanto el producto comenzó a elevar su precio, la Secretaría de Economía inició las negociaciones para eliminar los aranceles a la importación de huevo, para que ingresaran rápidamente al país 400 toneladas, con la esperanza de que llegaran más para satisfacer la demanda de este alimento.

 

“Esta medida tiene como fin estabilizar los precios en el mercado y garantizar el abasto de este producto”, dijo Bruno Ferrari, titular de Economía, al dar a conocer la medida, ante rumores de robo y contrabando ilícito del producto.

 

“Ninguna situación justifica un aumento en la escalada que está existiendo, eso nos lleva a normalizar todo este problema, nosotros podríamos nuevamente poner un arancel”, agregó.

 

Las cantidades de huevo solicitadas por el Gobierno y que se espera que entren a nuestro país en las próximas semanas, suman 211 mil toneladas para consumo humano (equivalente al suministro de un mes) y 24 toneladas para uso industrial (entre los que puede haber huevos frescos, deshidratados o líquidos).

 

Una semana después de haber eliminado los impuestos para abastecer de huevo a México, comenzaron a llegar camiones con el producto, los primeros fueron los de Estados Unidos, cuya carga se estimaba en 2 mil 500 toneladas.

 

Debido a las proporciones que alcanzó esta crisis, Felipe Calderón tuvo que intervenir.  Anunció un programa de combate a la especulación del precio del pollo y el huevo, en el que destinará tres mil millones de pesos para apoyar a productores.

 

“No toleraremos especulación ni acaparamiento y se castigará a quienes pretendan lucrar con la necesidad de los mexicanos”, dijo el mandatario en Los Pinos al dar a conocer las medidas.

 

Algunos de los ganadores o beneficiados en esta guerra del huevo serán los propietarios y operadores de la Central de Abastos, ya que consiguieron negociar con la Secretaría de Economía la importación de huevo directa de países como Colombia, Estados Unidos y Costa Rica.

 

Todo sube

Pero el huevo no era lo único que estaba subiendo de precio en México  y tampoco lo único que estaba siendo afectado por la especulación.

 

Desde inicios del 2012 los especuladores del mercado de futuros de Chicago apostaron abiertamente a que el maíz, la soya y el ganado subirían más de precio a nivel global durante los próximos meses.

 

El mercado de futuros no es otra cosa que los contratos por los cuales se garantiza el precio de los cultivos que se realizarán en los próximos meses. Generalmente, los que invierten en futuros lo hacen por las jugosas ganancias que tienen estas materias primas gracias a al riesgo y la volatilidad en los precios de estos alimentos.

 

“La fuerte sequía que sufrió Estados Unidos afectó a México en su abasto de maíz, ya que importamos de este país 50% del grano que se consume en México”, explicó Juan Sherwell , director de la Escuela de Graduados en Administración y dirección de Empresas del TEC de Monterrey.

 

A huevo

350 huevos produce una gallina en su vida.

11 mil gallinas fueron sacrificadas por gripe aviar.

3 mil 500 millones de huevos se dejaron de producir.

16 a 17 pesos era el precio del kilo de huevo en julio 2012.

40 pesos su precio en agosto 2012.

20 toneladas de huevo  vendió el Gobierno del Distrito Federal.

20 pesos el kilo fue el precio que estableció el GDF.