La Unión Nacional de Avicultores (UNA) atribuyó el aumento en el precio del huevo, al que calificó de irremediable, debido al decremento en su producción y al aumento en precios del maíz y pasta de soya que utiliza la industria para alimentar a las aves.

 

Luego de que la semana pasada el producto rondó los 40 pesos, la UNA señala que la reducción en la producción se debió a la despoblación generada principalmente en los municipios de Tepatitlán y Acatic, en la zona de Los Altos, en el estado de Jalisco.

 

Precisan que el brote de gripe aviar H7N3  trajo como consecuencia una baja de 7.9 por ciento en Jalisco, estado que produce el 55 por ciento del total de huevo en el país.

 

Destacan que hasta el momento se han sacrificado ocho millones de aves de postura desde que se detectó el brote debido a las medidas para combatir y controlar el virus, de acuerdo con Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).

 

Y señala que, de acuerdo con los datos oficiales disponibles, la mayoría de la producción de Jalisco se dirige al mercado del Distrito Federal y su área metropolitana.

 

Reiteran que es el irremediable el ajuste en los costos de la cadena productiva debido a que a ello se suma que actualmente el precio del kilogramo de maíz para los productores se ubica en 5.50 pesos; en tanto que el de la pasta de soya en casi nueve pesos por kilogramo; lo que representa en promedio 40 por ciento de incremento de julio a la fecha.

 

Los avicultores señalaron que México no es autosuficiente en su consumo de granos, por lo que es necesario importarlos y 88 por ciento de esas importaciones provienen de Estados Unidos.

 

Destacaron que dentro del costo total de producción de huevo, el costo del alimento de las aves representa 68 por ciento, por lo que esta industria se ha visto afectada en sus gastos operativos.

 

Si bien precisaron que “el precio del huevo puede estar vendiéndose al público en general a precios muy por encima del que los productores lo venden a sus mayoristas”, aclararon que el precio final depende “de la cadena de distribución que permite llevarlo al consumidor final” y no de ellos.

 

Y ante la mencionada existencia de una práctica especulativa en el mercado, aseguran no ha sido así.

 

Lo anterior, agregó, lo pueden constatar Sagarpa y Senasica, en virtud de que el control de la movilización de animales vivos, productos (huevo fresco) y subproductos avícolas de la zona afectada, la está llevando a cabo tal dependencia, ya que como se recordará desde el 2 de julio pasado, se aplica el Dispositivo Nacional de Emergencia en Salud Animal (DINESA). (Notimex)