Washington. El Departamento de Justicia dijo que los legisladores republicanos están enzarzando distorsiones al aseverar que la operación Rápido y Furioso surgió de una estrategia creada por el gobierno de Barack Obama.

 

En un reporte difundido tras una investigación de 18 meses sobre la fallida investigación de contrabando de armas, el representante Darrell Issa y el senador Chuck Grassley dijeron que el gobierno cambió el énfasis en el combate contra los cárteles de las drogas, de la mera confiscación de armas a identificar las redes que las trafican.

 

El operativo Rápido y Furioso “nació de esta estrategia”, afirma el reporte.

 

En Rápido y Furioso y en al menos tres investigaciones previas realizadas durante el gobierno del republicano George W. Bush, agentes en Arizona emplearon una arriesgada táctica llamada “dejar que las armas caminen”, que es permitir que compradores hormiga que trabajaban como testaferros para redes de contrabando de armas de fuego se fueran con los pertrechos que compraban en armerías.

 

El objetivo de ello era seguir el rastro de las armas hasta los líderes contrabandistas de armas y cárteles narcotraficantes para poder levantar cargos contra los cabecillas, los cuales habían logrado eludir la acción de la justicia con la estrategia acostumbrada de arrestar a los compradores de bajo nivel que presumiblemente las adquirían a nombre de otros.

 

En el operativo Rápido y Furioso, muchas de las armas no fueron rastreadas y aparecieron en escenas de crímenes en México y Estados Unidos, incluyendo una en el lugar de un tiroteo donde murió el agente fronterizo Brian Terry. Bajo Rápido y Furioso se identificaron más de 2.000 armas que se sospechaba habían sido adquiridas ilícitamente. Unas 1.400 de éstas no han sido recuperadas.

 

Tracy Schmaler, vocera del Departamento de Justicia, dijo que el reporte republicano “reitera muchas de las distorsiones y teorías de conspiración ya desacreditadas que el legislador Issa ha estado presentando desde hace año y medio, incluyendo la fábula de que las fallidas tácticas utilizadas en Rápido y Furioso fueron de alguna forma creación del actual gobierno y no como fue en realidad, que el patrón de tácticas fallidas data de 2006 y del gobierno anterior”.

 

La táctica del “arma caminante” que Issa y Grassley están vinculando al gobierno de Obama ha sido durante mucho tiempo contraria a la política oficial del Departamento de Justicia.

 

Esta agencia federal sí adoptó en 2009 una estrategia para combatir a los cárteles de la droga en México que decía que con sólo incautar armas a través del decomiso no se detendría el tráfico de éstas hacia México. Y los documentos muestran que más de 68.000 armas llegaron a México desde Estados Unidos en los últimos cinco años a pesar de la añeja política de arrestar a los participantes de bajo nivel en el presunto tráfico de armas. “Debemos identificar, investigar y eliminar las fuentes de armas de fuego comerciadas ilegalmente y las redes que las transportan”, dijo la dependencia.

 

El reporte de Issa señala que agentes federales y William Newell, jefe de la división en Phoenix de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, tal vez interpretaron la postura del Departamento de Justicia como “la luz verde que estaban esperando” para participar en lo que se volvió Rápido y Furioso.

 

“Newell tuvo un objetivo audaz cuando intentó desmantelar la red de tráfico de armas en Estados Unidos que abastecía al enorme cártel mexicano de Sinaloa”, encabezado por Joaquín “El Chapo” Guzmán, indica el reporte.